La pelea entre las plataformas por el negocio global que implica sigue marcando batallas. Esta vez el triunfo es para Netflix. En 2017 firmó un contrato con Shonda Rhimes, una de las creadoras de series para la pantalla chica más cotizadas, y como valor agregado se la “robo” a Disney.

Rhimes fue la productora de uno de los más grandes éxitos de la plataforma como “Los Bridgerton” pero todavía no había estrenado su primera obra como creadora para Netflix. Así es que la responsable de “Grey’s Anatomy” y “Scandal” (su, hasta ahora, última creación en 2013) lanzó su primer “bombazo” con una serie basada en la historia de Anna Sorokin, una joven que logró engañar y estafar a gran parte de la “high society” de New York. 

La historia dirá que la joven, utilizando el nombre de Anna Delvey, dijo ser hija de un potentado alemán y afirmaba que poseía un fideicomiso millonario. Así se estableció en New York, luciendo ropa de diseñador, viviendo en lujosos hoteles, comiendo en los mejores restaurantes y dejando propinas de cien dólares a diestro y siniestro. Su objetivo: conseguir 40 millones de dólares para la creación de un club exclusivo de arte contemporáneo, gastronomía y hotelería que se llamaría “Fundación Anna Delvey”.

Esta es la historia que Shonda Rhimes estrenó el 11 de febrero en Netflix y ya es uno de los éxitos de la temporada. Con Julia Garner (otro gran papel para la actriz de Ozark) en el rol central, la serie se apoya en gran cantidad de papeles secundarios encabezados por Anna Chlumsky que se pone en la piel de la periodista Vivian Kent, escritora de una revista de Manhatan que ataca la historia mientras pesa sobre ella una acusación de mal procedimiento en una nota anterior. Luego tomarán protagonismo las amigas de Anna, los miembros de la alta sociedad avergonzados por haber sido estafados, los periodistas que ayudarán a Vivian a redimirse y finalmente los abogados que lidian con un caso, como mínimo, peculiar.

Los 9 episodios por los que transcurre “Inventando a Anna” van adaptando la historia real a la ficción (queda perfectamente claro en el comienzo de todos los capítulos: “Todos los hechos son reales excepto los que no lo son”) con varios flashbacks en los que vemos el proceder de Anna Delvey con sus diversas víctimas. Todo era un acto de ilusionismo consistente en distraer la atención vendiendo una imagen de éxito y sofisticación, con billetes de 100 como propina como cortina de humo para una realidad bastante más prosaica. 

El punto bajo de la serie tiene más que ver con el aroma a culebrón que suele imponerle Shonda Rhimes a sus creaciones, más orientadas a la televisión abierta que a las plataformas.
Para los amantes de las “true crimes” basta decir que Anna Sorokin fue condenada a cumplir entre 4 y 12 años de cárcel por estafa, quedó libre en febrero del 2021 por buena conducta y volvió a ser detenida nuevamente por continuar en los Estados Unidos con una visa vencida. Actualmente, pesa sobre ella una orden de deportación.

Anna recibió 350 mil dólares de Netflix de adelanto por la historia de su vida pero una ley vigente en los Estados Unidos, para impedir que los criminales saquen rédito de su comportamiento ilegal, le impidió gozar de esa pequeña fortuna. Así que la mayoría del dinero se repartió entre las diversas víctimas y los abogados.

El acuerdo con Netflix se dio en junio de 2018 con un anticipo de 30 mil dólares que sirvieron para costear parte de la defensa. Actualmente, y por tres años, la plataforma tiene la exclusividad sobre su versión de la historia e incluso su cooperación como asesora en caso de ser necesario (además, tiene vedado aparecer en programas de entrevistas o publicar en sus redes sociales sobre su participación en la mini serie sin permiso de Netflix).

Sin embargo hay otros en carrera para contar la historia en forma de serie, documental o reality. HBO y la BBC tienen proyectos en marcha. La idea de HBO era hacer una mini serie desde el punto de vista de Rachel Williams, la "amiga" de Anna que trabajaba en Vanity Fair a la que estafó más de 60 mil dólares. Pero por ahora todo son proyectos.