Arranca la primera semana del documental argentino
Siete documentales de reciente producción y que se exhiben en carácter de preestreno tomarán parte de la I Semana del Cine Documental Argentino, que del jueves 28 de junio al miércoles 4 de julio se desarrollará en el Cine Gaumont Incaa Km0.
Siete documentales de reciente producción y que se exhiben en carácter de preestreno tomarán parte de la I Semana del Cine Documental Argentino, que del jueves 28 de junio al miércoles 4 de julio se desarrollará en el Cine Gaumont Incaa Km0.
Organizado por la Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de Argentina ADN, esta semana documental "es la punta de un iceberg" y, al mismo tiempo, "una radiografía" de una producción de género que alcanza los 40 ó 50 títulos por año y que, más allá de su calidad, encuentra dificultades de distribución y exhibición en el circuito comercial.
"Lo que estamos proponiendo es una suerte de radiografía del estado del cine documental en la Argentina", resume Nicolás Herzog, uno de los curadores de esta primera muestra, en relación con las aspiraciones del ciclo que arranca mañana.
"Acá hay una selección de directores muy diversos, con propuestas estéticas diferentes, con miradas originales; un grupo de películas muy distintas entre sí pero que todas juntas conforman una suerte de iceberg que habla de la enorme producción documental que hay en el país", resaltó Herzog, miembro de ADN y director del documental "Orquesta roja".
Las películas que se verán esta semana van desde "El rascacielos latino", una película de Sebastián Schindel en clave casi policial que investiga los vínculos entre las logias masónicas, el Dante, Mussolini, el arquitecto italiano Mario Palanti y el industrial Luigi Barolo, levantado en 1923; hasta "Ensayo", un filme de Marcos Pastor que registra el armado de una obra teatral que indaga en la figura de la dramaturga británica Sarah Kane, que representó una ruptura en la escena teatral y se suicidó a los 28 años.
También se verán "Tierra de los padres", de Nicolás Prividera, una propuesta que combina arte y política y en la que una serie de personas leen textos de la historia argentina bajo el fondo omnipresente de los sepulcros de La Recoleta para hablar de los enfrentamientos y la violencia de la política argentina, y "Beirut-Buenos Aires-Beirut", de Hernán Belón, que cruza dos ciudades y dos historias unidas por una familia y un intento de recuperar la identidad.
"El precio de la lealtad", de Eduardo Sánchez; "Cirquera", de Andrés Habegger y Diana Rufkus; y "El árbol de la muralla", en el que Tomás Lipgot sigue los pasos de Jack Fuchs, un polaco judío que vivió en el ghetto de Varsovia, fue deportado Auschwitz y actualmente residen en Buenos Aires, son los filmes que completan la muestra.
Herzog explica que la gran producción de documentales que todos los años se realizan en el país "si bien pasan por festivales nacionales e internacionales, después no alcanzan mucha visibilidad en la cartelera".
El curador de la muestra remarca que con esta primera semana, ADN está apuntando "a ir generando un circuito para el documental".
"Es un tema complejo porque implica también una dinámica cultural, la capacidad de poder generar un público para un tipo de cine que no se rige con los parámetros comerciales y de la industria", resalta.
Al hacer un análisis sobre las marcas propias del documental argentino, Herzog señala que "no hay una particularidad o, mejor dicho, la particularidad es la diversidad".
"Estamos en un momento -relata- en el que priman la variedad de formatos, la posibilidad de proponer miradas diferentes tanto desde la estética como desde la narrativa, hay una inmensa libertad e independencia, esas son las marcas".