J.K.Rowling vende la casa donde escribió Harry Potter
La mansión, valuada en 2.25 millones de libras, es el lugar donde la autora vivió mientras creaba gran parte de la saga
La vivienda, una mansión del siglo XIX, se encuentra en el barrio residencial de Merchiston, al Sudoeste de la capital escocesa, y está integrada por ocho dormitorios y varios jardines, según informa el diario británico The Telegraph . A pesar de sus dos siglos de historia, la casa conserva en buen estado varias cornisas y chimeneas de la época en la que fue construida, y ha sido restaurada recientemente. Entre las reformas llevadas a cabo destaca un completo sistema de seguridad, que Rowling instaló en una época en la que se sentía una "rehén" en este domicilio. "Hubo dos períodos particularmente malos, cuando me sentía bajo asedio o como si fuese una rehén. Tras el nacimiento de mis dos últimos hijos, me era imposible salir de casa sin ser fotografiada", explicó la autora, que la semana pasada presentó en Londres The Casual Vacancy , su primera novela para adultos.
Además, los jardines albergan dos cabañas en dos árboles de 12 metros de altura, construidas para sus dos hijos pequeños, con una escalera en espiral y un túnel secreto. Rowling adquirió la planta superior de la mansión en 1999, dos años después de la publicación de Harry Potter y la Piedra Filosofal , el primer tomo de la saga, por 425.000 libras. A medida que los ingresos por las ventas de los libros se dispararon, Rowling compró el departamento situado en la planta baja del edificio y unificó los dos pisos para crear una gran residencia. Una década después, la escritora, de 47 años, su marido Neil, su hijo David y sus hijas Jessica y Mackenzie, abandonaron esta casa para trasladarse a otra mansión más antigua en las afueras de la capital escocesa. Rowling, la segunda mayor fortuna del Reino Unido tras la reina Isabel II, disfruta ahora de un patrimonio valorado en 560 millones de libras y es propietaria además de otra vivienda en Londres y de una casa de campo en el condado escocés de Pertshire.
Revista HOLA