La fiesta de la Vendimia culminó con la coronación de Candela Berbel
El acto central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2013, con una puesta en escena de mil artistas, entre actores y bailarines, y una orquesta en vivo de 50 músicos, se realizó el sábado a la noche en el teatro griego "Frank Romero Day", en el cincuentenario de su inauguración.
Enclavado entre el Cerro de la Gloria y el cerro El Llorón de la ciudad de Mendoza, el emblemático anfiteatro tiene capacidad para unas 25.000 personas, y se calcula que hasta el triple pueden asistir a los espectáculos por la posibilidad de verlos desde las laderas de los cerros aledaños.
En esta edición de la fiesta se presentó “Teatro mágico de piedra y vino", en una velada que culminó con la coronación de Candela Berbel, de Malargüe, como reina nacional de la Vendimia.
Candela, que ganó su cetro por 71 votos, es la segunda reina que obtiene el departamento del extremo sur de esta provincia en la dilatada historia de esta celebración. La vicerreina es Nadia González, de otro departamento del sur mendocino: General Alvear.
La Fiesta Nacional de la Vendimia ha sido reconocida hace dos años por la revista estadounidense National Geographic como el segundo festival de la cosecha más importante del mundo, detrás del Día de Acción de Gracias de Estados Unidos.
"Teatro mágico de piedra y vino", dirigido por Vilma Rúpolo, contó la historia de un hombre (encarnado por Guillermo Troncoso), que realiza un viaje a su niñez (en esa etapa es personificada por el niño Gaspar Vargas) y retorna al lugar donde nació.
Los recuerdos vuelven con un paisaje y una cueca, los cantos de pájaros, árboles, risas, el sonido de las hojas secas del otoño y los amores. Son imágenes de la memoria de un niño que idealiza y magnifica sus vivencias entre las viñas mendocinas.
Su historia se entreteje con la de la propia tierra y los sentimientos se reflejan y comparan con episodios naturales claves para la vitivinicultura, como la tristeza asociada con la helada.
Con un despliegue de imágenes a través de la técnica de mapeado, los escenarios se convierten en hielo y luego del ritual de las mujeres, todo se deshace en agua: la bendición de estas tierras.
Con temas tradicionales del cancionero cuyano, como “Cueca de la viña nueva”, “Por las acequias”, y “Tonada de otoño”, fue avanzando este grandioso espectáculo de luz y sonido, que en esta edición tuvo un marcado ribete teatral.
Aparecieron las poéticas bodas de las hermanas, un encuentro entre las uvas blancas y tintas, la alegría de las fiestas familiares y el recuerdo delirante de los abuelos andaluces que evocaron una supuesta fundación de Mendoza con la llegada de los fundadores europeos y latinoamericanos.
Pero acá emerge la fantasía, ya que según el relato lo habían realizado a bordo de un gigantesco vapor, que entraba por el río Mendoza y el canal Cacique Guaymallén, supuestamente navegable.
Desde los cerros, tres escenarios completaron la puesta a lo largo de los 75 minutos de espectáculo, y añadieron bailes y juegos de luces.
Justamente, una procesión que bajó desde uno de los cerros hacia las hileras de vid, sobre el lado derecho del escenario, donde se montó la figura de la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos, dándole emotividad a la puesta.
Tango, twists, rock, valses peruanos, ritmos caribeños, candombes y géneros del folclore local dieron el marco festivo, con una polca a la melesca, Los Chimeno, que desde un viejo camión de cosecha tocaron una mezcla de cuecas cuyanas, chacareras y tonadas.
Goy Ogalde, de Karamelo Santo, hizo vibrar, cantando “Tomate un vino” y “La kulebra del amor”.
También se apeló al recuerdo, con temas como “Qué suerte”, por Violeta Rivas; “Il ballo del mattone”, de la italiana Rita Pavone; “Tengo”, de Sandro, o “Los caminos de la vida”, de Vicentico.
La ministra provincial de Cultura, Marizul Ibáñez, destacó: “Vimos una Vendimia con mucho más movimiento en el escenario en sí mismo, con mil bailarines y 50 músicos en escena. Es una Vendimia imponente, magnífica, conmovedora, que no se va a olvidar con facilidad”.
La noche culminó con un espectáculo de fuegos artificiales, que en este marco, rodeado de cerros, es imponente, y en este caso, donde se amalgamó con una música adecuada, fue imposible que no hiciera erizar la piel de los numerosos concurrentes.
Este domingo a las 22, se reeditaba la fiesta central con la primera repetición denominada la "Noche de folclore", y las actuaciones del dúo Orozco-Barrientos, Los Chimenos, Los Tekis y el cierre de Los Nocheros.
El lunes será la "Noche de rock", con la música en vivo de Los Enanitos Verdes, Fito Páez y Charly García.
Por primera vez en esta edición habrá también una "Noche romántica" el martes, con las presentaciones de de Ale Ortega y el cierre del español Alejandro Sanz.