Por Laura Caragliano


La emoción del público joven que va de los 6 a los 14 años es sumamente contagiosa. Cuando se apagan las luces y los primeros acordes de la cortina de Octavio Stampalia, que caracteriza la tira de Pol-ka, empieza a sonar los gritos y aplausos de los chicos son emocionantes.
Tanta alegría contenida que espera que suba el telón para ver a sus héroes de la tele da gusto

La obra cuenta un capítulo de la tira en el que Monterrey (Arnaldo André) decide enviar a Los Únicos a la ciudad de Frankfurt en los años setenta, pero en medio de este importante operativo, el jefe es secuestrado por el temible villano Ronco (Favio Posca), quien le propone a los agentes entregar al prisionero a cambio de la máquina del tiempo.

No hay tiempo para aburrirse: el juego de luces, la escenografía de Valeria Brudny, acompañan y hay mucha agilidad sobre el escenario.
La dirección de Marcos Carnevale se despliega en todo su vuelo. Los personajes entran y salen a todo momento de la escena.
María (Griselda Siciliani) es el personaje mejor logrado y más querible de la obra. Aunque la juventud se vuelva loca cada vez que aparece Nicolás Cabré o Nico Vázquez y esperan que digan sus chistes y muletillas.

Mariano Martínez, ya había anunciado que no iba a participar de las funciones teatrales por una decisión personal.
Pero está muy bien resuelto con una pantalla que muestra que está cumpliendo la misión a distancia e interactúa con los actores en escena.

El guión cumple con la expectativa del público, están los besos esperados, los buenos triunfan y Cabré mantiene a la muchachada en vilo hasta el final esperando que diga: “Me estás jodiendo…”

Teatro Opera Citi, Avenida Corrientes 860.
33 Únicas funciones.
Viernes 20 horas.
Sabados 19 horas.
Domingos 18 horas.