Luis Miguel casi se cae sobre su público en un concierto en el Prudential Center, Nueva Jersey cuando sus seguidores lo quisieron saludar y lo tironearon.

De inmediato, uno de los hombres de seguridad que lo acompañaba reaccionó evitando que el padre de los dos hijos de Araceli y Arámbula terminara de cabeza en la multitud.

Por fortuna el hecho no pasó a mayores y luego, el intérprete de “Por debajo de la mesa”, se río de lo sucedido y continuó con su presentación con un montón de rosas en sus manos que le habían dado sus fans.