María Leal: "No estoy de acuerdo con que dos ficciones compitan entre sí"
La actriz que regresó a la pantalla chica en la tira "Viuda e hijas del rock and roll", cuestiono las decisiones competitivas de los canales.
"No me gusta que nos pongan en el mismo horario que otras tiras. Para mí fue un dolor porque 'Guapas' (El Trece) era un programa que yo miraba, que me parecía muy bueno y no veo la razón por la que tengamos que competir", cuestionó Leal.
En un alto de las grabaciones de "Viudas...", la actriz pide hacer la nota en el baño de su camarín para poder fumarse un cigarrillo y, sentada en el inodoro, pitando, continúa: "Todos los actores preferíamos ir contra Marcelo Tinelli, no importaba si ganábamos o perdíamos, pero todos coincidíamos en que no tenía sentido restarle a otra ficción".
"Uno no debe olvidar que también podría estar con Adrián Suar o en otra tira, porque yo estuve muchos años en Pol-ka. Son nuestros lugares de trabajo y no quiero que le vaya mal a nadie", indicó Leal enmarcada en un contexto televisivo donde las exigencias del rating, la competencia feroz y los escasos márgenes de "éxito" para las producciones se presentan cada vez más despiadados.
Hoy, alejada del inolvidable -¿indeleble?- personaje de "María" en la entrañable "Grande Pa!" y de la impecable psicoanalista inglesa en la pieza teatral "La Señora Klein", entre otros tantos roles que le tocaron a lo largo de cuatro décadas de carrera, Leal supo impresionar a los televidentes con un nuevo papel, algo inesperado a su perfil y a su trayectoria.
La actriz encarna a Gabriela, madre de Miranda (Paola Barrientos) y ex mujer de Roby (Lalo Mir), difunto icono del rock local, que ostenta un presente teñido por exceso de sustancias, de escasa empatía para relacionarse con los afectos y una fuerte predilección por las actividades nocturnas.
Así, vestida de negro, con los pantalones chupines, el pelo parado y una botella de cualquier sustancia etílica siempre a la mano, Leal asume "divertirse mucho" en su nuevo rol de mujer devastada por la noche.
"Es una generación que viene un poco de esa manera y, en lo personal, creo que es divertido salirse de uno por completo", señaló sobre las diferencias abismales que la separan de su personaje.
"Lo que me sirvió fue ir encontrándole los motivos que la hacen ser cómo es. Al principio me costaba más encarnarlo, decir malas palabras, pero lo gracioso es que se me fueron pegando cosas del personaje", dice la actriz mientras imposta un "¿No es cierto, nena?", latiguillo frecuente de Gabriela.
Hoy, a medida que avanzan los capítulos y la historia va tomando cuerpo, empieza a aparecer un costado más visceral de su personaje: "Ella tiene muy en claro que su prioridad es su hija, pero de la manera que puede porque siempre fue muy ombligo del mundo; porque lo que la llevó a ser el centro fue su soledad, sólo podía entretenerse con ella misma y con la bebida", explicó.
"Viuda e hijas...", programa que recoge la liturgia rockera de la década del 90, apareció hace cuatro meses por la pantalla de Telefe como el sucesor natural de la existosísima "Graduados" (2012), también de la usina de Sebastián Ortega.
"Hay que pelear mucho, hay que ayudar a las productoras porque está difícil el tema de la tele abierta en general y de las ficciones en particular", resaltó Leal en un contexto donde los programas de archivo, las peleas mediáticas y los chimentos le disputan segmentos a las grillas.
"Lo bueno de esta tira es que somos todos actores. Cuando me preguntan por las modelos que empiezan a actuar, yo digo que está bien, que vayan aprendiendo y creciendo, pero que yo las espero a ver qué pasa 48 años después", desafió.
Leal, que supo encabezar una ficción que en la década del 90 marcaba 60 puntos de rating, asume que "en la actualidad, metés 18 puntos y sos Gardel".
"Fuera de las mediciones la repercusión en la gente es real. Yo nunca salgo de compras ni voy a lugares demasiado concurridos pero después de un mes en la tira me metí en un shopping y me di cuenta que no necesito que Ibope me diga cuánto medimos", ejemplificó.