Para Connor Questa "es inaceptable que el músico deba pagar para tocar"
El cuarteto rockero Connor Questa que acaba de editar su segundo disco "Fuego al Universo", cuestionó hoy que un músico tenga que pagar para tocar "tanto en locales chicos como festivales".
"Fuego al Universo" es el nombre del segundo disco de esta banda en el que se destacan las melodías de un grupo que se inclina por el sonido alternativo con ráfagas de buen grunge, con las guitarras de Hernán Rupolo y Marilina Bertoldi al frente.
El disco abre con dos canciones bien poderosas: "Todo lo posible" y "Pensar bien" en la que Bertoldi plantea dudas existenciales y filosofa sobre la vida, mientras que para aquellas canciones en las que muestra las heridas del amor y del corazón prefiere un sonido más calmo.
Para la tercera canción "Lo roto expone", Connor Questa baja un cambio, las guitarras juegan con las melodías y la vocalista demuestra la versatilidad y potencia de su voz.
"Hoy decido que" y "De más" son las canciones más logradas del disco, las más pasionales, donde la niña se quiebra y expone su corazón herido con muy buenos arreglos vocales, y el apoyo de la base por Agustín Agostinelli en batería y Martín Casado.
El grupo nació en Buenos Aires a fines del 2010, y con la ayuda de un EP, la banda decidió salir a girar por diferentes localidades de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
Apostando a la difusión gratuita a través de las redes sociales, la banda fue creciendo en repercusión y en el 2011 editó de forma independiente su primer disco "Somos Por Partes", para el cual grabaron clips "Amnesia", "Gritos”, “Resiste en Pie", "Acorde de paso", "Pasiones" y "Tripolar".
Marilina Bertoldi y Hernán Rupolo charlaron con Télam sobre el nuevo disco:
¿Qué diferencia encuentran con el primer material que grabaron?
Hay otras vivencias de historias, de donde nacen las canciones y hay otra postura entre las cosas. Pasaron cosas que hicieron que viéramos que gente en la que creímos no era tal cual lo pensábamos, esto de `hice bien en confiar ciegamente`. La gente nos dice que son temas de corazones rotos pero hay un solo tema así.
El sonido del disco es mucho más duro, más hard que el anterior.
Sí y nos sale así en la sala de ensayo, cuando está toda la banda, hay cosas más tranquilas desde los matices, pero desde la intensidad son temas fuertes pero en otro clima, capaz más personal. Está bueno que la tensión se centre en la historia, que la importancia esté en la letra.
Muchas canciones nacen del enojo con alguien pero por ahí metés algo más y en esa bolsa está todo. Algunas cosas tienen que ver con músicos que están en lugares y no tiene que ver con lo musical. Muchos trabajamos y no tenemos el mismo reconocimiento de otras bandas.
¿Se alejaron un poco de la vertiente melódica?
Venimos del grunge, lo nuestro es sanguíneo, crudo y sin maquillaje, aunque en nuestras canciones encontrás muchos estilos y mezcla. Me gusta lo crudo y el sincericidio. Me encanta decir lo que me deja mal parada, es muy poético.
Me gusta Radiohead por ejemplo, pero el grunge fue una época y ahora se preserva el espíritu y me parece hermoso. Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains o Soundgarden.
¿Te molesta la situación actual de la escena rockera?
Son malos acostumbramientos, se viene de una época en que se acostumbró a oír a músicos gloriosos, increíbles geniales; Spinetta, Charly, Fito, Cerati, gente iluminada. Pero a los que los siguieron les faltó apoyo, un apoyo que sí se les dio a los imitadores de esos músicos, es como una fábrica que repite lo mismo. En el under existe otra apuesta.
¿En ese marco qué cuestionarían?
El apoyo tiene que estar desde las discográficas, pero acá tuvo que aparecer el Estado con la Ley de la Música, que es muy buena y útil, para comenzar a sacar las cosas malas que suceden como por ejemplo que un músico tenga que pagar para tocar en un pub o en un festival.
Es una vergüenza que un músico tenga que pagar por tocar, que le exijan vender equis cantidad de bebidas en la barra o llevar cierta cantidad de entradas para poder actuar. Esas prácticas deben terminar.
Ojalá el Instituto de la Música sea a la música argentina lo que el INCAA es al cine, pero también, los músicos debemos terminar con ciertos vicios y practicas nefastas.
¿Y cómo ven la escena under, hay crisis artística o riqueza artística?
Si de movida te planteás ir a ver bandas, vas a encontrar unos grupos bárbaros. En Capital, en el Gran Buenos Aires, en La Plata, en Córdoba, en Rosario.
Es verdad, hay una escena muy rica. Los que hablan de crisis artística son los que dicen que el rock está muerto y yo no lo veo muerto, al contrario lo veo muy vivo. Tocamos todos los fines de semana y estamos viendo bandas increíbles y originales con muchos colores y si eso estuviese bien arriba, sonando en todas las radios, habría un movimiento increíble.