Sabina renovó su romance con el público argentino en el Luna Park
En un estadio colmado, el cantautor presentó 500 noches para una crisis, un show donde repasó su más exitoso trabajo.
A tres años de su última presentación en el país y cumpliendo más de 30 de trayectoria, Joaquín Sabina presentó anoche un espectáculo basado en “19 días y 500 noches”, álbum editado en 1999, porque según el artista, continua sintiendo en esas canciones “la misma intensidad” que cuando las publicó.
Apenas pasadas las 21, en un escenario limpio pero con una enorme pantalla detrás con imágenes y dibujos inéditos del intérprete -material que incluyó en su libro recién editado- el artista nacido en Ubeda irrumpió en el escenario y tras los primeros acordes de “Ahora que”, provocó un estallido de aplausos del público, que de pie, le dio la bienvenida.
De traje verde y con galera, Sabina repasó los temas más conocidos de su carrera respetando su versión original, pero a la vez imponiéndole una cuota de actualidad con algunos arreglos.
“19 días y 500 noches”, “Barby Superstar” y la “Una canción para la Magdalena ” fueron los indicios de lo que sería un show donde anfitrión y público se burlaron del paso del tiempo y reciclaron clásicos en un acuerdo tácito establecido entre las partes.
"¿Cómo hacen para cantar tan bien y pagando? ¡Lo difícil es cantar así y que me paguen!", bromeó luego de saludar a su “Buenos Aires querido” y de explicar que la gira en realidad “fue un pretexto para volver a venir”.
El concierto, segundo de los 10 que ofrecerá en el estadio porteño, tuvo sus momentos emotivos. Y es que el autor se permitió rendirle un homenaje al poeta argentino Juan Gelman, con quien dijo compartió "sus últimos días" y con quien solía “intercambiar poemas, canciones y tequilas”.
Otro momento donde la emoción envolvió al estadio fue al mencionar a Gustavo Cerati, fallecido ayer a causa de un accidente cerebro vascular que lo tuvo internado desde mayo de 2010. "Para la gente de la música hoy es un día de grandísima pérdida”, dijo y señaló la pantalla donde por un minuto desaparecieron las pinturas para dar lugar a una fotografía del líder de Soda Stéreo.
Con la misma ciclotimia que manifestó el público entre risas y lágrimas, Sabina retomó el show repasando “Mafaldas y Dieguitos”, “Donde habita el olvido”, “Noches de Boda” y “Y nos dieron las diez”. También dio lugar para el popular “Cerrado por derribo” pero con el poema “Lo peor del amor” como introducción, y adelantó dos temas inéditos.
El espectáculo dejó una clara postura en defensa de los derechos humanos de la mano de Noa, la artista israelí invitada, quien en uno de los tres temas que entonó, habló de los derechos no respetados de las mujeres.
Noa fue presentada como “la pacifista que espera la paz nacida en Tel Aviv”. “Se dijo que (Joan Manuel) Serrat y yo tocamos una vez en Tel Aviv porque no nos importaba la guerra. A nosotros nos importa la guerra y cantamos para la gente. Jamás cantaremos para los gobiernos”, enfatizó en relación a la polémica que se reavivó por la presentación de la dupla durante los bombardeos de Israel a la Franja de Gaza.
En esa línea y volviendo a la Argentina, mencionó “la alegría inmensa” que sintió del “otro lado del charco” cuando se enteró que después de tanta búsqueda “encontramos a Guido” en referencia al nieto recuperado de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Los aplausos del público apenas se amortiguaron cuando los músicos dieron lugar a “Con la frente marchita”, “Conductores suicidas” y el quizás más coreado de todos los clásicos “Y sin embargo”, aunque no se quedaron atrás “Contigo”, “Princesa” y “Pastillas para no soñar”.
Durante las dos horas y media de show, Joaquín demostró la generosidad con sus músicos y lo demostró dejándolos a cargo de algunos temas que supieron conducir con un alto nivel.
El trovador continuará la gira con dos presentaciones en Córdoba (sábado y domingo próximos) una en Corrientes (17) y otra en Rosario ( 28), y además de Argentina, actuará en Chile, Perú, Paraguay y Uruguay.