Por Laura Caragliano


Por falta de tiempo, ignorancia o desinterés muchos se habrán perdido el privilegio de ver una reliquia greco-romana de más de 2000 años.

Sólo hay que hacerse una corridita hasta Av. Del Libertador 1473, subir las escalinatas y ni siquiera desembolsar un peso.

Lo primero que te encontrás al atravesar la puerta del Museo de Bellas Artes es una suerte de soldado de casi dos metros tallado en Mármol. Hay quienes lo reconocerán como una de las grandes obras de Polícleto, el gran artista griego y para quienes no les cuento que se trata de Doríforo.

Esta suerte de guerrero tienen más de 2000 años. Su altura y sus proporciones tienen que ver con el antiguo canon de belleza griego que equivale a la altura de 7 cabezas.

Lo más llamativo es que uno al fijar la atención podrá ver la increíble virtud del artista de poder tallar hasta las venas en un brazo que tiene la contracción de un músculo que sostiene una espada imaginaria. No perderse la oportunidad de apreciar cómo en un material tan duro como el mármol se puede plasmar hasta la fuerza en las venas.

¿Cómo llegó esta reliquia a Buenos Aires?

Envuelta en seda y en material amortiguable, dentro de una caja de madera, la estatua salió de Italia en un avión carguero el 23 de marzo y llegó al país el 24. Una grúa y rampas mecánicas facilitaron su arribo indemne al hall del Bellas Artes.

Mañana jueves vuelve al Museo Arqueológico de Napolés de donde salió por primera vez en su historia para coronarnos con su visita.