Un médico de San Diego, el Dr. Mark Chavez, se ha declarado culpable en un tribunal federal de Los Ángeles en relación con la sobredosis fatal de drogas que resultó en la muerte del actor Matthew Perry. Las autoridades buscan establecer la responsabilidad de otros dos acusados en la muerte del famoso actor de la serie "Friends".

Chavez, de 54 años, se declaró culpable de un delito grave de "asociación delictuosa" por la distribución del anestésico quirúrgico conocido como ketamina. Su declaración se produjo tras llegar a un acuerdo de culpabilidad con los fiscales en una audiencia que tuvo lugar el miércoles. En virtud de dicho acuerdo, el médico ha accedido a cooperar con la Oficina del Fiscal Federal en la formulación de cargos más severos contra el Dr. Salvador Plasencia. Este último es señalado por los fiscales como la persona que proporcionó la ketamina directamente a Perry.

Además de Plasencia, otro individuo de interés en la investigación es Jasmine Sangha, a quien se le atribuye el apodo de "reina de la ketamina" en Los Ángeles. Se alega que Sangha fue responsable de suministrar las dosis de ketamina que causaron la muerte de Perry el año pasado. Durante la audiencia, Chavez estuvo presente con su abogado y respondió a numerosas preguntas de la jueza Sherilyn Peace Garnett. Admitió haber suministrado un total de 22 dosis de 5 mililitros de ketamina y nueve pastillas del mismo compuesto, obtenidas mediante recetas fraudulentas.

En un momento de la audiencia, la jueza Garnett interrogó a Chavez, preguntándole si se declaraba culpable de los actos descritos por los fiscales, a lo que el médico respondió afirmativamente. Actualmente, Chavez permanece libre bajo fianza y está sujeto a diversas condiciones, incluyendo la entrega de su pasaporte y la renuncia a su licencia médica. La jueza advirtió que podría enfrentar una sentencia de hasta diez años, aunque se prevé que la pena sea inferior debido a su colaboración con las autoridades.

También están cooperando con los fiscales otros implicados en el caso, incluyendo un asistente de Perry que admitió haberlo ayudado a obtener y administrarse ketamina, así como un conocido del actor que actuó como intermediario en el tráfico de drogas.

Los fiscales han documentado que, tras venderle las drogas a Perry por 4.500 dólares, Plasencia consultó a Chavez sobre la posibilidad de seguir suministrando ketamina al actor. Durante la audiencia, se expusieron intercambios de mensajes de texto en los que Plasencia buscaba la aprobación de Chavez para sus acciones. El fiscal federal Martin Estrada, al anunciar los cargos el 15 de agosto, declaró que los médicos involucrados se habían aprovechado del historial de adicción de Perry, proporcionando ketamina en cantidades que eran claramente peligrosas.