“Era muy sorprendente escuchar el silencio de la gente aquí en Roma”
Patricia Hurtado, consejera de la Embajada Argentina ante la Santa Sede católica, describió así el día después del histórico anuncio de Benedicto XVI sobre su renuncia al Papado. Ratzinger es "un poco más tímido" que su antecesor, Juan Pablo II, "pero también muy afectuoso con la gente", destacó.
Patricia Hurtado, consejera de la Embajada argentina ante la Santa Sede católica, calculó que Benedicto XVI “va a hacer bastantes apariciones hasta que se vaya. Incluso esta tarde va a presidir la misa de miércoles de ceniza, que no lo hacía habitualmente. Es esperable que quiera estar mucho con la gente antes de retirarse”, planteó en Magdalena Tempranísimo.
Sobre la relación del jefe del catolicismo con el cuerpo diplomático, describió que “era un poco más frecuente que el que se tiene con el jefe de Estado de cualquier otro país. Se lo invita a misas, a varios acontecimientos, a conciertos, etcétera. Una vez al año, el papa saluda al cuerpo diplomático, algo que no tienen todos los países”.
Sobre las reacciones que generó el anuncio de Ratzinger de que renunciará al Papado desde el 28 de febrero, consignó que “hay un movimiento de sacerdotes en la Iglesia católica que estaban bregando por reformas importantes un poco contrarias a la conducción del papa y tal vez por eso haya sido esta situación (en Austria). Pero aquí en Italia era muy sorprendente escuchar el silencio de la gente aquí en Roma”, ejemplificó.
Sobre la personalidad del sumo pontífice saliente, explicó que “es un poco más tímido que Juan Pablo II, pero también muy afectuoso con la gente”.
Finalmente, aclaró que "no podemos hacer futurismo" sobre posibles reformas en la Iglesia católica "hasta que tengamos un nuevo papa. Porque no sabemos quién va a ser el nuevo papa, ni cómo va a ser el nuevo magisterio”.