Henry de Jesús López Londoño, alias "Mi sangre" afirmó que sufre el hostigamiento del gobierno y la policía colombiana, y que estos quieren "hacerlo callar como sea".

El presunto capo narco, detenido a fines de octubre en nuestro país en un restaurante de Pilar, venía siendo buscado hace años tanto por Colombia, su país de orgen, como por los Estados Unidos, por los delitos de narcotráfico y terrorismo, aunque desde Ezeiza aseguró que su forma de ganarse es a través de la venta de vehículos y las operaciones inmobiliarias.

"También tengo una explotación de oro en Antioquia, aunque ahora está parada porque van a hacer una nueva represa", añadió "Mi sangre", sospechado de liderar la banda "Los Urabeños", una de las más grandes organizaciones criminales de Colombia, y ligada al temido cartel de Los Zetas en México, del que se cree era su máximo proveedor.

Sin embargo, "Carlos Mario" (el otro de sus apodos, originado durante su tiempo en la guerrilla paramilitar AUC durante los 90), aseguró que "nunca" movió un solo gramo de cocaína en su vida y que no tiene dentro de su patrimonio "un solo peso que tenga que ver con el narcotráfico".

Más adelante, declaró ser un preso político, víctima del gobierno colombiano y algunos miembros de las fuerzas del orden. "Tengo miedo de que me maten, mis enemigos están dispuestos a todo", aseguró.

La Justicia argentina investiga además si fue el propio Londoño que mandó ajusticiar a los dos colombianos en el tiroteo ocurrido en el estacionamiento del shopping Unicenter en el 2008, y si proveyó de cocaína a los hermanos Julía en el caso del "narcojet".