Son once los muertos por los devastadores incendios en Los Ángeles, pero las autoridades advierten que cuando los focos ígneos estén extinguidos y los servicios de emergencia tengan acceso a las zonas afectadas, la cifra subirá. Es porque la rapidez del avance de las llamas dejó a mucha gente cercada. 

Seis focos ígneos azotan el condado, y se impuso toque de queda y un operativo de seguridad gigantesco para impedir saqueos a los edificios que no fueron arrasados por el fuego. Unas diez mil viviendas y estructuras edilicias fueron dañadas, y siguen desplazadas de sus hogares al menos ciento treinta mil personas, aunque el número llegó a ser de doscientas mil.

Entre las celebridades que han perdido sus hogares se encuentran Mark Hamill, Jeff Bridges, Mandy Moore, Adam Brody y Jamie Lee Curtis, quien ha donado un millón de dólares para ayudar a los residentes de California afectados. Las propiedades dañadas se encuentran en Pacific Palisades, un área donde el precio promedio de una casa es de 4.5 millones de dólares.

Mientras tanto, las escuelas permanecen cerradas, cientos de miles de personas siguen sin electricidad y hasta las galas de los Oscar están en duda debido al desastre, que afectó edificios emblemáticos de Hollywood. 

Los meteorólogos han señalado que, aunque las condiciones críticas de viento y sequía han mejorado, aún no han terminado. Un boletín del Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS) indica que "un aumento significativo de los incendios" sigue siendo probable "con incendios en curso o nuevos incendios".