El día jueves en una escuela del centro de Gaza, al menos 30 personas perdieron la vida en medio de un ataque del Ejército de Israel. Según el Gobierno gazatí, controlado por Hamás, el centro de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) albergaba a personas desplazadas en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza. 

El ataque fue calificado como una "horrible masacre" y un "crimen que avergüenza a la humanidad". Por su parte, el Ejército israelí afirmó que la escuela albergaba un complejo utilizado por el grupo islamista, donde se refugiaban "terroristas que participaron en el ataque asesino contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre y que fueron eliminados". 

Israel aseguró haber tomado medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados, como la vigilancia en el área e inteligencia adicional. 

Este ataque provocó decenas de heridos, que fueron trasladados al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, que actualmente se encuentra al borde del colapso y con un exceso de pacientes. 

A lo largo de ocho meses de conflicto, se estima que han perdido la vida más de 36.580 personas, resultando heridas 83.000 y con alrededor de 10.000 desaparecidos bajo los escombros, según información brindada por el Ministerio de Sanidad de Gaza. La situación en la región es crítica, con un llamado urgente a una intervención internacional para evitar una catástrofe humanitaria en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa y poder brindar asistencia a la población afectada por este conflicto.