Las inundaciones históricas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, han causado estragos, cobrándose la vida de 31 personas hasta el momento. 

La ciudad de Porto Alegre se ha visto gravemente afectada, con el río Guaíba alcanzando niveles no vistos en ocho décadas. El centro de la ciudad se encuentra parcialmente bloqueado, con calles inundadas y servicios suspendidos. La Alcaldía ha recomendado a los habitantes evitar el centro histórico, mientras que varios centros de salud han tenido que cerrar y parte del suministro de agua ha sido interrumpido, dejando a varios barrios sin abastecimiento.