Al menos 67 homicidios en menos de 4 días, en otro brote de violencia entre pandillas
Analistas aseguran que la "declaración de guerra provino del gobierno". Las principales maras son la Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
Una nueva espiral de violencia se registró en El Salvador, donde entre el viernes y el mediodía de ayer se cometieron al menos 67 homicidios, atribuidos nuevamente a una larga guerra entre el gobierno y temibles pandillas que según las autoridades están "dispuestas a declararle la guerra al Estado y a la población". La cifra más alta de estos casi 4 días se registró el domingo con unas 28 muertes violentas, 11 de ellos pandilleros fallecidos en enfrentamientos armados con agentes de la Policía y soldados.
A esos se suman 21 crímenes el viernes pasado, incluidos 7 pandilleros asesinados a puñaladas; 9 muertes violentas el sábado y otras tantas el lunes hasta el mediodía, según datos de la Fiscalía General y la Policía Nacional Civil (PNC).
El director general de la PNC, Mauricio Landaverde, dijo a la prensa local que durante el fin de semana se registraron 7 enfrentamientos armados entre los cuerpos de seguridad y las pandillas. "El domingo fue un día duro en cuanto a eso tiroteos. Sin embargo, en todo el país nuestras unidades están respondiendo al llamado de los ciudadanos", indicó el jefe policial.
El promedio diario de muertes violentas entre el viernes y el mediodía de ayer se ubicó en 16,5, casi igual que las 16,2 registradas entre el 1 de enero y 11 de agosto pasado, cuando el Instituto de Medicina Legal (IML) reportó 3.603 homicidios. Diferentes sectores de la sociedad salvadoreña destacan que el gobierno y las pandillas viven una "guerra tácita". El portavoz del gobierno, Eugenio Chicas, sostuvo que "grupos criminales han decidido declararle la guerra al Estado y a la "población".
Por su parte, Raúl Mijango, ex mediador de una tregua entre pandillas iniciada en 2012 que llegó a reducir de 12 a 5 el promedio diario de crímenes, dijo que la "declaración de guerra" provino del gobierno. Ya en el año 2008 el entonces presidente Antonio Saca denunció que el gobierno mantenía "una lucha frontal contra las pandillas" que sostenían una "guerra" contra las autoridades. El Salvador es asediado por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias formadas por emigrantes centroamericanos en las calles de Estados Unidos.