El reciente ataque israelí sobre una escuela en el barrio de Daraj, Gaza, ha dejado al menos 100 personas fallecidas y numerosas heridas, según reportes de fuentes de rescate. Este incidente ha sido objeto de diferentes interpretaciones, ya que el ejército israelí afirmó que la ofensiva se dirigió a un "escondite para los terroristas de Hamás". Este ataque se produce en un contexto de tensiones previas a un intento de negociación de tregua en Medio Oriente programado para la próxima semana.

Según Mahmud Basal, portavoz de Defensa Civil de Gaza, "tres cohetes israelíes impactaron en la escuela que albergaba a desplazados palestinos". La Oficina de Medios del Gobierno de Gaza indicó que los ataques se llevaron a cabo mientras las personas desplazadas realizaban la oración de Fajr (amanecer), lo que resultó en un incremento significativo en el número de víctimas.

Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel sostuvieron que la ofensiva se llevó a cabo en una instalación utilizada por terroristas y que los ataques fueron realizados por aviones de combate. El diario The Times Of Israel, citando un comunicado de las FDI, mencionó que se tomó la precaución de "reducir las posibilidades de dañar a los civiles" durante el bombardeo. Además, se acusó a Hamás de "violar sistemáticamente el derecho internacional y operar desde refugios civiles, utilizando a la población como escudo humano".

Este ataque se produjo tras un incidente anterior en el que al menos 14 civiles, incluidos dos periodistas, perdieron la vida en Jan Yunis, una ciudad del sur de la Franja de Gaza, donde las tropas terrestres de Israel realizaron una nueva incursión. Esta incursión, iniciada en la madrugada del viernes, fue justificada por el ejército israelí bajo el argumento de la presencia de milicianos en la zona, que había sido parcialmente evacuada el día anterior. Los combates se llevaron a cabo incluso en el subsuelo, según informes.

El ejército israelí ha reconocido haber llevado a cabo bombardeos en más de 30 objetivos en la región, que incluían supuestas instalaciones de almacenamiento de armas y posiciones militantes. En este contexto, la comunidad internacional ha expresado una renovada presión sobre ambas partes, Israel y Hamás, instándolos a acordar un cese al fuego y a retomar las negociaciones el jueves próximo.