Mientras los lideres más importantes del mundo se unían en el G7, en Madrid, los soldados rusos siguieron bombardeando las aldeas de Ucrania. Se calcula que en solo cuatro días dispararon 130 misiles.

En la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, el alcalde local, Vitaliy Kim, dijo que un ataque con misiles rusos mató al menos a tres personas cuando golpeó un edificio residencial. Moscú, por su lado, admitió el ataque a la ciudad, pero señaló que sus fuerzas atacaron lo que llamó una base de entrenamiento para “mercenarios extranjeros” en la región.