Amnistía Internacional dictaminó que el ejército ucraniano está poniendo en riesgo la vida de los civiles al instalarse en áreas residenciales, en un informe que el gobierno ucraniano desestimó por culpar falsamente a su gobierno de la invasión rusa.

Los investigadores del grupo de derechos humanos descubrieron que las fuerzas ucranianas usan algunas escuelas y hospitales como bases, y disparan cerca de las casas y, a veces, viven en pisos residenciales. El informe concluyó que esto significaba que, en algunos casos, las fuerzas rusas responderían a un ataque o atacarían áreas residenciales, poniendo en peligro a los civiles y la infraestructura civil.