La alcaldesa Yolanda Sánchez Figueroa, del municipio de Cotija en Michoacán, fue asesinada el pasado lunes por la noche, recibiendo 20 disparos mientras caminaba junto a un custodio tras salir de un gimnasio. Este violento suceso es parte de una serie de ataques contra políticos que han marcado las semanas previas a las elecciones generales. 

Las autoridades estatales informaron que tanto Sánchez Figueroa como su escolta resultaron gravemente heridos y fallecieron minutos después en el hospital, tras ser atacados desde un vehículo en movimiento con rifles de asalto. Horas más tarde, la célula criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación conocida como "Calaveras" se atribuyó el ataque. 

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, condenó enérgicamente el asesinato de la alcaldesa y anunció la activación de un operativo conjunto entre autoridades estatales y federales para dar con los responsables. 

Este evento se suma a una ola de violencia contra políticos mexicanos que se intensificó durante el reciente proceso electoral, dejando al menos 33 candidatos asesinados y más de 105 agredidos, según datos de la organización civil local Data Cívica, encargada de monitorear la violencia política en México. 

Sánchez Figueroa ya había sido víctima de un ataque el año pasado, cuando fue secuestrada en el municipio de Zapopan, en Jalisco, y posteriormente liberada. En esa ocasión, la alcaldesa no contaba con custodia personal, y el incidente también fue atribuido al cártel Jalisco Nueva Generación.