Con una presentación cinematográfica y presencia diplomática de todo el mundo, se presentó en San Pablo el KC-390, el nuevo avión militar fabricado por Embraer en alianza con la Fábrica Argentina de Aviones. Los ministros de Defensa de ambos países, Celso Amorim y Agustín Rossi, destacaron la sinergia de este proyecto y ratificaron "la más estratégica de las alianzas".

El proyecto KC-390 implica que Argentina, a través de la FADeA, exportará al vecino país 180 millones de dólares en los próximos diez años por seis aeropartes para este avión militar de avanzada. Para la empresa argentina implica además la primera exportación en veinte años, la creación de 150 nuevos puestos de trabajo calificado y la capacitación para acoplarse al sistema de producción de la compañía brasileña. El contrato de compra definitivo se firmará, posiblemente, el año próximo, dijo Agustín Rossi.

El KC-390 es un avión militar de transporte, capaz de llevar desde tropas, suministros, helicópteros y hasta vehículos terrestres.

Argentina se comprometió a comprar seis de estas unidades para que se incorporen a la Fuerza Aérea Argentina. Embraer proveerá con 28 unidades a la FAB (Fuerza Aérea de Brasil), a la vez que los ministros deslizaron la posibilidad de realizar acuerdos similares en el futuro con un avión supersónico.

Luego de una presentación del prototipo bien hollywoodense, en el KC-390 salió del hangar del aeropuerto Gavião Peixoto entre humo con los colores de Brasil y música épica, el ministro de Defensa de Dilma Roussef, Celso Amorim, llamó al presente "un momento de refuerzo de la relación entre Argentina y Brasil", a la que calificó como "la más estratégica de todas las alianzas".

Las declaraciones tienen lugar a pocos días de las elecciones presidenciales en Brasil, en las que el socialdemócrata Aécio Neves es un crítico de los actuales términos del Mercosur.

Amorim dialogó con la prensa tras la presentación y destacó del KC-390 que "es probablemente el mayor avión producido en el Hemisferio Sur, con asociación de Argentina, Portugal y República Checa. Es de gran importancia militar, también para defensa civil, evacuaciones médicas e incendios".

El ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, consideró este acuerdo por el avión militar como "un punto de inicio, no de llegada" de la industria aeronáutica nacional. El funcionario indicó que el hecho de que la bandera argentina esté en KC-390 "es un orgullo para la industria aeronáutica" ya que "hubo que invertir 35 millones de dólares y le dimos trabajo a 150 trabajadores argentinos, técnicos e ingenieros".

Rossi adelantó lo que espera sea el siguiente paso: la fabricación de un avión nacional, el Pampa 3. "Vamos a seguir el proyecto Pampa 3 y seguramente vamos a tenerlo. Ese es el objetivo", señaló.

Al final de la jornada, Rossi y Amorim firmaron una declaración conjunta para "fortalecer el desarrollo, producción y comercialización" en el área. Entre los proyectos que están en estudio mencionaron la posibilidad que la presente experiencia se repita con la fabricación de un avión supersónico de licencia sueca que haría Embraer con partes argentinas y que luego nuestro país adquiriría. Para este proyecto aún no hay plazos ni montos definidos.

Una delas cuestiones que se abordó es cómo seguiría la relación comercial entre ambos países si hubiera cambios políticos producto de las elecciones en Brasil (este domingo) y Argentina (en 2015). Para Rossi, "desde Lula y Néstor Kirchner, estos 12 de relación fueron los más fructíferos. Imaginamos esta intensidad en los próximos años. En el caso de la Argentina, si seguimos nosotros seguramente vamos a seguir fortaleciendo la industria aeronáutica". Amorim, en cambio, aseguró que estas son "políticas de Estado", que la industria aeronáutica en su país "está desde 1969" y que este proyecto es "un programa de Estado entre dos países vecinos y amigos".