Científicos mexicanos ponen en duda que los estudiantes hayan sido cremados como dijo la PGR
Según la Procuraduría, los 43 desaparecidos habían sido quemados con leña y gomas, pero la llama necesaria para producir tal combustión hubiera sido visible a varios kilómetros.
Un grupo de científicos mexicanos afirmó que la versión de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la supuesta cremación de los 43 estudiantes desaparecidos a fines de septiembre en el estado sureño Guerrero "no tiene ningún sustento en hechos y/o fenómenos físicos, químicos o naturales". Las pruebas que mostró la PGR demuestran que "los huesos sufrieron una cremación a alta temperatura en un crematorio moderno" y no en una hoguera que ardió durante 14 horas en un basural, concluyeron científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El titular de la PGR, Jesús Murillo, afirmó semanas atrás que tres de los 80 detenidos por el caso confesaron que los estudiantes fueron asesinados, sus cuerpos calcinados en una pira encendida en un basural del municipio guerrerense Cocula y sus restos arrojados al río dentro de bolsas de basura. Jorge Montemayor, investigador del Instituto de Física de la UNAM, aseguró en conferencia de prensa que si la hoguera se hubiese formado con leña, habrían sido necesarias unas 33 toneladas de troncos, lo que supondría una mayor premeditación y llevaría a preguntarse dónde se compró tal cantidad.
Montemayor sostuvo que el área donde presuntamente se produjo la cremación no tiene las dimensiones suficientes para quemar con leña 43 cadáveres, que serían de 18 metros por 26, y agregó que si los hechos se hubieran producido como afirmó Murillo "tendría que haber trazas de troncos en el lado de la caída del vertedero". Asimismo, "la hipótesis de mezcla de combustibles entre llantas y leña encontrada en el sitio produciría un escenario casi de fuego de llantas, con una columna de humo visible desde varios kilómetros", indicó. De acuerdo con el análisis revelado Montemayor, esa hoguera hubiese dejado "residuos en forma de charcos de llantas derretidas y casi mil rollos de alambre de acero".
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que participa de la investigación, había advertido que "no fue testigo del hallazgo del fragmento que culminó en esta identificación" y sí presenció cómo fueron encontrados los otros restos que se mandaron a la universidad austríaca y que ésta dijo que será poco probable identificar porque están en mucho peor estado.