Comienza la Cumbre de la Celac
La agenda de los Jefes de Estado incluye el reclamo por Malvinas, el repudio a los submarinos nucleares británicos en ellas y la declaración de la región como Zona de Paz.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner participa este martes de la apertura de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que se realizará en la sede de PabExpo de La Habana, Cuba, con las palabras del mandatario anfitrión, Raúl Castro. La agenda de los Jefes de Estado comenzará con la sesión inaugural de la II Cumbre de la Celac, a las 9 (11 hora argentina), seguirá con las deliberaciones hasta el almuerzo privado de las 13.30 (15.30 hora argentina) y continuará con una reunión desde las 15.30 (17.30 hora argentina) hasta las 18.30 (20.30 hora argentina).
A las 20.30 (22.30 hora argentina) los mandatarios se dirigirán a la Plaza de la Revolución, minutos después se producirá una actuación artística y luego la cena ofrecida por Raúl Castro. En tanto, la agenda de mañana comenzará a las 10 (12 hora argentina) y finalizará a las 14.30 (16.30 hora argentina).
La agenda de temas que abordarán los Jefes de Estado alcanza a una veintena de problemáticas, sobre los que ayer los cancilleres alcanzaron un amplio consenso en la reunión preparatoria, según expresó el cubano Bruno Rodríguez.
De esta manera, la Argentina una vez más se aseguró el respaldo de los países de la región en el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas y el pedido para que el Reino Unido se siente a la mesa de las negociaciones, tal como dispuso en numerosas resoluciones la Organización de las Naciones Unidas. En tanto, los Jefes de Estado acordarán políticas sobre la inclusión de los movimientos independentistas de Puerto Rico como observadores de la Celac; la relación de las naciones con las empresas transnacionales; la seguridad alimentaria y la lucha contra la pobreza.
La declaración de América Latina y El Caribe como Zona de Paz ayudará a dar un instrumento para impedir golpes de Estado en la región -tal como ya lo tienen Unasur y Mercosur- pero también marcar su oposición a la presencia de, por ejemplo, submarinos nucleares británicos, tal como lo denunció Argentina.