Con la intervención de Dilma Rousseff y Obama, se inicia la Asamblea General de la ONU
La reunión plenaria de la Asamblea General de la ONU se iniciará este martes con el discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y la participación de otros 195 mandatarios de todo el mundo.
Como es habitual desde hace 45 años, Brasil será el país encargado de abrir el encuentro en su 67º edición.
En esta oportunidad, se espera que en el centro de la escena esté puesto el conflicto en Siria y la situación en Medio Oriente, en especial a partir de las protestas desatadas en varios países por la película norteamericana que ofende a Mahoma, profeta del Islam.
También se esperan discursos alusivos a Irán y su política nuclear.
Tras las palabras de Rousseff, será el turno del presidente estadounidense, Barack Obama, quien previo y posterior a su participación en la Asamblea General, según se confirmó, no concretará ningún encuentro bilateral.
El primer turno que incluye la participación de otros 13 países concluirá en horas del mediodía para llevar a cabo el tradicional almuerzo con el que el titular de la ONU, Ban Ki-moon, agasaja a los mandatarios presentes.
Luego del receso, a las 15 hora local, el plenario continuará con la intervención de Ruanda y Suiza, y luego llegará el turno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Tras pronunciar su discurso ante la Asamblea, la mandataria argentina tiene previsto reunirse con Ban Ki-moon y posteriormente, en lo que será su único encuentro bilateral, con su par de Egipto, Mohamed Morsi.
En tanto, el miércoles por la mañana tendrá su intervención ante la Asamblea el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad; y en esa jornada también hablará el mandatario boliviano, Evo Morales.
A raíz de la Asamblea General de la ONU, Nueva York comenzó en las últimas horas a cambiar su fisonomía y a reforzar su seguridad por la llegada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros cientos de mandatarios de todo el mundo.
En ese marco, las calles de Manhattan se encuentran con un importantísimo refuerzo policial y de otras fuerzas federales. Los patrullajes son constantes, tanto por tierra, como por aire y agua.
Además, en los hoteles donde se hospedan las delegaciones oficiales flamean, junto a la bandera de los Estados Unidos, las banderas celestes que identifican a las Naciones Unidas.
En tanto, al ya complicado tránsito vehicular que caracteriza a la Gran Manzana se suman los autos oficiales que, a gran velocidad y escoltados por patrulleros, trasladan a los visitantes.
Por otra parte y ante la expectativa e interés que despierta cada año la Asamblea General, en el edificio de las Naciones Unidas los más de 1.200 periodistas acreditados purgan por conseguir la acreditación que les garantice el acceso al organismo.