Aún conmocionada, Alemania despidió hoy a Tugce Albayrak, la joven turco-alemana de 23 años asesinada por impedir el abuso de dos chicas en un local de comida rápida, en un emotivo funeral ante la presencia de cientos de personas.

"Todos estamos muy tristes. Es una situación muy dolorosa para nosotros", dijo el presidente de la comunidad turca de la pequeña localidad de Wächtersbach, Hakan Akbulut, en el inicio del funeral celebrado según el rito musulmán.

El funeral en la mezquita de Merkez Camii de Wächtersbach atrajo hoy a cientos de personas, entre ellas el embajador turco en Alemania, Huseyin Avni Karslioglu, y el primer ministro del "Land" de Hesse, Volker Bouffier.

La familia de Tugce decidió el viernes último desconectarla de los aparatos que la mantenían viva pese a su muerte cerebral después de sufrir el 15 de noviembre una brutal paliza en un estacionamiento de un McDonald's en Offenbach, sudoeste de Alemania.

Según testigos, la estudiante había intervenido al escuchar gritos desde un baño del restaurante en donde dos chicas eran, al parecer, abusadas por dos hombres. Poco después, al salir del local, Tugce fue brutalmente golpeada en el estacionamiento y quedó inconsciente en el piso.

Un joven de 18 años fue detenido por el incidente, pero se niega a declarar.

Las circunstancias de la agresión siguen sin aclararse del todo. La policía investiga por el momento un caso de daños corporales seguidos de muerte.

La muerte de Tugce se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia de género y desató una ola de indignación, pena y solidaridad con la familia tanto en Alemania como en Turquía.

Mientras tanto, la plataforma de Internet change.org creó una petición online para que se le conceda la medalla por el mérito civil de Alemania. La iniciativa cuenta ya con casi 170.000 firmas.



Agencia DPA