El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró la ley marcial para enfrentar las "fuerzas comunistas" y "agentes antiestatales", en medio de tensiones con el partido opositor, el Partido Democrático, sobre el presupuesto del próximo año. 

En un discurso, Yoon proclamó: "Para salvaguardar a una Corea del Sur liberal de las amenazas que plantean las fuerzas comunistas de Corea del Norte y para eliminar a los elementos antiestatales (...) declaro por la presente la ley marcial de emergencia". 

También acusó a la oposición de paralizar el gobierno por juicios políticos y de proteger a su líder de la justicia. El cierre del Parlamento fue ordenado y las actividades políticas y medios serán controlados. Luego se vivieron escenas de tensión en torno al Parlamento, con el Ejército intentando entrar para impedir que los legisladores sesionaran y gente interponiéndose para impedir los designios de los soldados.

El comandante Park An-su confirmó la prohibición de todo tipo de actividad política, mientras que el opositor Congreso Nacional aprobó un presupuesto reducido. 

Yoon criticó diciendo: "Nuestro Congreso Nacional se convirtió en un refugio para criminales, un antro de dictadura legislativa que busca paralizar los sistemas judicial y administrativo y derrocar nuestro orden democrático liberal". Finalmente, Yoon prometió: "Restauraré la normalidad en el país, deshaciéndome de las fuerzas antiestatales lo antes posible", mientras la oposición calificaba de "ilegal" la ley marcial y llamaba a manifestarse.