Como último acto de la Cumbre desarrollada en Uruguay, los mandatarios del Mercosur firmaron el “protocolo de Montevideo”, en defensa de la democracia. Establece que el orden constitucional es una condición “indispensable” para la participación de los países miembros.

Los jefes de Estado también acordaron subir los aranceles extrazona. Se aprobó un nuevo mecanismo transitorio, por dos años, para elevar tasas de importación en 100 rubros por país, por encima del arancel externo común.

Por otra parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ratificó la voluntad de su país para ingresar al bloque regional como miembro pleno.

En tanto, Cristina Fernández asumió la presidencia pro témpore del Mercosur. Luego del breve paréntesis que provocó la noticia del suicidio del subsecretario de Comercio Exterior argentino, Iván Heyn, la presidenta reivindicó frente a sus pares a la política como instrumento de transformación de la realidad.

“Hay que convencer a las sociedades de que nos va a ir bien porque trabajaremos juntos, en contra de las corporaciones y a favor de los pueblos”, propugnó la mandataria.

También agradeció el apoyo recibido al reclamo de soberanía de las islas Malvinas. Fue luego de que los presidentes acordaran implementar medidas para impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera de las islas Malvinas.