El sistema eléctrico de Cuba experimentó una interrupción total el pasado viernes, consecuencia de la inoperatividad de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, según lo informado por el Ministerio de Energía y Minas. Este incidente se produce en un contexto caracterizado por una "emergencia energética" en la nación.

Lázaro Guerra, director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, declaró a la televisión estatal que "el sistema se quedó sin energía en todo el país" tras la falla inesperada de la central termoeléctrica mencionada, la cual tuvo lugar a las 11:00 horas (hora local).

En respuesta a la crisis energética, el gobierno cubano había anunciado el día anterior el cese de actividades laborales en el sector estatal, así como otras medidas para mitigar el impacto de la crisis, que ha dejado a diferentes provincias del país con cortes de electricidad de hasta 20 horas diarias en las últimas semanas. Cabe destacar que el Estado cubano es el principal empleador de la isla.

Los efectos de esta crisis se han extendido a servicios que no son esenciales y que requieren un elevado consumo de energía, lo que ha llevado al cierre de actividades culturales, discotecas y centros de recreación que congregan a gran cantidad de personas. Asimismo, las clases fueron suspendidas el viernes debido a la situación.

En un esfuerzo por enfrentar la crisis, el gobierno ha iniciado una investigación para analizar el posible aumento de tarifas, enfocándose en el impacto que esto tendría en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que comenzaron a ser autorizadas en 2021 y han mostrado un crecimiento significativo desde entonces.

Guerra añadió que la salida de la central termoeléctrica del servicio causó "un colapso del sistema", dejando la producción eléctrica en cero desde ese momento. El gobierno está trabajando para restablecer el suministro eléctrico a la brevedad posible.

El presidente Miguel Díaz-Canel, a través de su cuenta en la red social X, afirmó que "no habrá descanso hasta su restablecimiento", subrayando que la atención a esta crisis energética es de "absoluta prioridad" para el gobierno. Díaz-Canel también enfatizó que la isla enfrenta una "emergencia energética" vinculada a las dificultades para adquirir combustible para su sistema eléctrico, una situación que se complica por el embargo impuesto por Estados Unidos desde 1962.

Por su parte, el primer ministro Manuel Marrero atribuyó la crisis energética a lo que describió como una "tormenta perfecta", que abarca el deterioro de la infraestructura eléctrica, la escasez de combustible y el aumento en la demanda de energía. Marrero indicó en un mensaje televisado que "la falta de combustible es la causa que más está influyendo" en esta situación, y reconoció que se han tenido que paralizar actividades económicas para asegurar el suministro eléctrico a la población.

La crisis energética en Cuba continúa siendo un tema de atención prioritaria para el gobierno, que trabaja para encontrar soluciones efectivas que permitan restablecer el servicio de electricidad y asegurar el bienestar de la población.