Egipto: centenares de personas heridas y detenidas en otro “Viernes de ira”
Miles de personas volvieron ayer a salir a las calles en El Cairo y otras provincias de Egipto para exigir que el presidente egipcio, Mohamed Mursi, abandone el poder y que se haga justicia tras la muerte de manifestantes a causa de la salvaje represión policial.
Al menos 93 personas fueron detenidas por su participación en los disturbios que ayer volvieron a estallar en El Cairo y algunas localidades del norte de Egipto, informó el Ministerio egipcio del Interior, aunque las cifras serían sustancialmente mayores.
Los arrestos se produjeron en El Cairo, la ciudad portuaria de Alejandría y las provincias de Al Garbiya, Al Sharquiya y Kfar el Sheij, ubicadas en el delta del río Nilo, detalló la cartera de Interior, citada por la agencia estatal de noticias egipcia Mena. Los sucesos más violentos se registraron en Al Garbiya, donde fueron detenidas 40 personas y otras 106 sufrieron heridas de distinta consideración.
Las fuerzas policiales señalaron que un total de 112 hombres de su fuerza fueron heridos en los distintos disturbios, entre ellos un capitán que recibió un impacto de bala y seis agentes que fueron heridos por perdigones en Tanta, capital de Al Garbiya.
Esa localidad volvió hoy a la tranquilidad después de los duros enfrentamientos que duraron más de trece horas entre manifestantes y agentes. Allí los manifestantes intentaron entrar en la sede de la Dirección de Seguridad local, una comisaría y la sede de la Gobernación, al tiempo que bloquearon carreteras e interrumpieron el tránsito de vehículos.
El primer ministro egipcio, Hisham Qandil, recorrió hoy los alrededores de la emblemática plaza Tahrir y los puestos de control policial cercanos, así como del Palacio Presidencial, donde comprobó los daños causados por la violencia.
Qandil elogió los esfuerzos de la policía por mantener la seguridad y les pidió "que traten bien a los manifestantes pacíficos, pero que actúen con dureza con los alborotadores".
Miles de personas volvieron ayer a salir a las calles en El Cairo y otras provincias de Egipto para exigir que el presidente egipcio, Mohamed Mursi, abandone el poder y que se haga justicia tras la muerte de manifestantes en los últimos disturbios.
En El Cairo, los opositores llegaron en marchas a Tahrir, y a las cercanías del Palacio Presidencial. En ese último lugar ya se produjeron el fin de semana pasado choques entre jóvenes y fuerzas del orden egipcias en los que murieron al menos dos personas y cientos resultaron heridas, dentro de una ola de violencia que días antes se había cobrado la vida de más de cincuenta personas.