La Cancillería argentina recomendó evitar los viajes “no indispensables” a Egipto hasta que “retorne a la normalidad” la situación de crisis que vive ese país.

En tanto, acorralado por las protestas masivas en todo Egipto y la presión internacional, el presidente Hosni Mubarak le pidió a su nuevo primer ministro que dialogue con la oposición.

El militar Ahmed Shafiq, designado el sábado, deberá emprender reformas en la economía del país, orientadas a crear empleo y controlar la inflación.

El mandatario egipcio, en el poder desde 1981, intenta aplacar las crecientes protestas contra su régimen, que ya sufrieron más de ciento cuarenta muertes.

El país está paralizado, con los bancos y las bolsas cerrados, mientras que gran cantidad de estaciones de servicio tienen las reservas agotadas.

El caos inundó las calles, con saqueos y la fuga de cientos de presos en un gran motín, muchos de los cuales fueron recapturados por el Ejército horas más tarde.

En El Cairo, los habitantes organizaron comités de defensa para patrullar la metrópolis norafricana, que cuenta con veinte millones de habitantes.

El líder opositor y Premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei, le reclamó al presidente egipcio que deje el país “para evitar que la Nación colapse”.

El Gobierno de Estados Unidos, que considera al presidente Mubarak como uno de sus principales aliados en la región, le pidió al mandatario “ir más lejos con los cambios y empezar a pensar en una transición ordenada”.

Hoy, Estados Unidos comenzaba a repatriar ciudadanos a su país o hacia ciudades seguras de Europa.

Una medida similar fue adoptada por empresas surcoreanas como Samsung, LG o Hyundai para sus trabajadores en Egipto, al tiempo que redujeron sus operaciones en el país.

Por Continental, el enviado del Grupo Prisa Radio señaló que “la gente acampa en la plaza principal de El Cairo mientras los partidos políticos se organizan ante la posibilidad de la renuncia de Mubarak”.

Álvaro Samarreño reseñó que “son ciento treinta los muertos confirmados, aunque la cifra seguramente aumentará por la gran cantidad de heridos graves que hay”.

En Magdalena Tempranísimo, sostuvo que la designación del agente de inteligencia Omar Suleimán, jefe de la Policía en Egipto, como vicepresidente, cargo que estaba vacante desde hace treinta años, “tiene dos lecturas posibles. Por un lado la ratificación de continuidad del régimen de Mubarak y, por el otro, el inicio de un periodo de transición. Es un momento de indefiniciones”.