El desolador pueblo fantasma ruso en el que vive un hombre con un zorro de mascota
Se trata de Pirámide, una ciudad olvidada que está a 800 kilómetros del Polo Norte y habitada por un guía turístico
Son imágenes de otra época. Construcciones y edificios que representaron un estilo y una vida que ya no está. Elementos que muestran la manera en la que vivían en tiempos totalmente diferentes. El protagonista de esta historia es un lugar. Pirámide se llama el congelado pueblo fantasma de Rusia que está habitado por un joven que vive acompañado de un zorro como mascota.
"Bienvenidos al final de la Tierra", exclama al diario The Siberian Times Vladimir Prokofiev, de 33 años, el guía turístico que vive allí. El hombre está encargado de contar la historia del pueblo a quienes lo visiten, lugar que se convirtió en una atracción turística desde el año 1998 cuando dejó de ser habitado.
La ciudad era una de las tantas que tenía la Unión Soviética y que era un paraíso en la década del 70 y 80. Luego de la caída del muro de Berlín y el colapso del comunismo en la región, todo se fue a pique y las más de mil personas que habitaban allí, se fueron. Entonces el lugar, casi que se congeló.
Pirámide está a 800 kilómetros del Polo Norte, en la Isla de Spitsgergen del océano Ártico. Si bien es territorio noruego, Rusia tiene los derechos para ocuparlo porque fue fundado en 1910 por ese país que se lo vendió en 1927 a los soviéticos.
El hombre vive en el hotel Tulip, la únca construcción resistente del lugar y adaptada al turismo, donde está acompañado todas las mañanas por un simpático zorro ártico, pero donde no tiene radio, televisión ni Internet. "A veces engancho señales de TV de Noruega. El sol brilla desde las 4.30 de la mañana. En cualquier momento estará las 24 horas", comenta.