El ejército sirio lanzó la ofensiva sobre Alepo
Apoyados por aviones, helicópteros y artillería pesada, los soldados leales al presidente Bashar al Assad se enfrentaron a los rebeldes en el sur y el este de la segunda ciudad del país.
Las fuerzas del Gobierno sirio lanzaron la temida ofensiva para recapturar los distritos en manos de los rebeldes en la ciudad norteña de Alepo, y encontraron una gran resistencia de los rebeldes, informaron activistas de la oposición.
Apoyados por aviones, helicópteros y artillería pesada, los soldados leales al presidente Bashar al Assad se enfrentaron a los rebeldes en el sur y el este de la segunda ciudad del país, consignó la agencia de noticias DPA.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres, habló de fuertes enfrentamientos en los accesos al suburbio sudoeste de Salaheddin, un bastión del rebelde Ejército Sirio de Liberación (ELS).
También se informó de combates en Al Hamdaniya, Sajur y otros distritos en manos del ELS. De Al Sukkari huyeron los habitantes después de que cayeron allí morteros.
"Utilizan todo tipo de armas, pero nuestros rebeldes lograron repeler los avances de las tropas del régimen contra Salaheddin y Al Hamdaniya", señaló el comandante del ELS, Abdu Omar al Halebi, en conversación telefónica con DPA.
"Nuestros valientes rebeldes han destruido al menos cinco tanques, lo que obligó a los atacantes a retroceder", agregó el militar rebelde.
La televisión estatal, por su parte, informó que las tropas del gobierno comenzaron a "limpiar" las calles de Alepo de "terroristas y grupos armados" y hablaron de "fuertes bajas" entre los rebeldes.
Una fuente militar en la ciudad dijo a la agencia cubana de noticias Prensa Latina, que el Ejército sirio capturó a 620 efectivos de los insurgentes del ELS, en su mayoría afganos, libios y tunecinos, lo que reafirma, dice Prensa Latina, el carácter de la agresión externa que sufre el país.
Según los activistas, en las primeras horas de los combates murieron al menos siete rebeldes, once soldados del Gobierno y una cifra no precisada de civiles. La información, sin embargo, no se pudo verificar de forma independiente.
Los comandos rebeldes entraron por primera vez en Alepo hace algo más de una semana. Los países occidentales manifestaron su preocupación por la posibilidad de que se produzca una masacre en esa ciudad, la capital económica del país, de más de dos millones de habitantes y situada a sólo 50 kilómetros de la frontera con Turquía.
Al Assad envió refuerzos a Alepo para reconquistarla, pues la batalla por la ciudad podría ser decisiva en el resultado de la revuelta de la oposición contra su régimen. También los rebeldes reforzaron sus tropas con efectivos enviados sobre todo desde la provincia vecina de Idlib.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, defendió hoy la ofensiva de las tropas gubernamentales sirias en Alepo.
"Cómo se puede esperar que en una situación así el gobierno sencillamente se rinda y diga: Bueno, esto es todo, yo no tenía la razón, destitúyanme, ¡cambio de régimen! Eso no es realista", aseguró el ministro en palabras citadas por la agencia Interfax.
Además, Lavrov acusó a Occidente de instigar la rebelión armada contra Al Assad. "El precio de todo eso es siempre más sangre", criticó.
Mientras, en Damasco, la televisión estatal informó hoy que las fuerzas del gobierno recapturaron el distrito de Al Hayar al Aswad, en el sur de la capital, una de las áreas controladas por los rebeldes.
Además, activistas señalaron que las fuerzas del Gobierno bombardearon distritos rebeldes en la provincia central de Homs.
Los combates en Alepo se extendieron también al vecino e inestable Líbano, en la ciudad de Trípoli, en la costa norte, defensores y opositores de las fuerzas sirias se enfrentaron dejando un saldo de al menos 12 heridos, según la policía.
Por otra parte, los kurdos, que sufren una dura represión en Siria desde hace décadas, están disfrutando ahora de una mayor libertad gracias a que Al Assad tuvo que retirar tropas de las regiones que habitan para desplazarlas a las zonas de combate.
Informaciones de prensa indicaron que algunas zonas kurdas cayeron bajo la influencia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo armado de la vecina Turquía que Ankara considera una "organización terrorista".
Varias organizaciones kurdas acordaron negociar juntas con Al Assad un Estado kurdo en el norte del país, entre ellas también el PKK, según la revista alemana "Focus".
En la localidad de Al Kamishli se creó un "gobierno regional del Kurdistán del Norte de Siria", dijo al medio el presidente de la Asamblea Nacional sirio-kurda, Sherkoh Abbas.
El Movimiento del Futuro Kurdo, una organización que aspira a una independencia por medios pacíficos, aseguró que en partes del norte de Siria el PKK ya tomó el control, por lo que teme tensiones en la frontera sirio-turca.
Turquía está preocupada por que el PKK cree campos de entrenamiento en el norte del país vecino y que reclute jóvenes para la lucha en territorio turco.
El PKK ya tiene zonas de repliegue en Irak, y Turquía atacó varias veces emplazamientos del grupo en ese país.