El Papa en Indonesia: instó a los católicos a "no imponer su religión a los demás"
Subrayó que la verdadera difusión del Evangelio no consiste en imponer creencias, sino en compartir la alegría del encuentro con Cristo, siempre con un espíritu de respeto y afecto hacia cada individuo.
El Papa Francisco realizó una visita a la catedral católica indonesia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en la plaza Merdeka de Yakarta. Se destacó por la presencia de 50 obispos y numerosos religiosos y religiosas que lo recibieron con entusiasmo. Durante su discurso, el Papa instó a los presentes a no imponer su fe a los demás, promoviendo una convivencia armónica entre las diversas creencias.
La catedral y la gran mezquita Istiqlal, que se encuentra frente a ella, están conectadas por un túnel conocido como "de la amistad", un símbolo de la coexistencia religiosa en Indonesia. En este país, los católicos representan aproximadamente el 3,1% de la población, que asciende a 270 millones, la mayoría de los cuales son musulmanes, lo que convierte a Indonesia en la nación con mayor cantidad de seguidores del Islam en el mundo.
El Papa Francisco llegó a Yakarta procedente de Roma, tras un largo viaje de 11 horas que incluyó un cambio horario de quince horas respecto a Argentina. Después de un día de descanso, comenzó sus actividades con un encuentro matutino con jesuitas de los cuatro países que forman parte de su gira de 13 días por Asia y Oceanía: Indonesia, Papua Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Durante su discurso, Francisco animó a los miembros del clero indonesio a convivir con todos, especialmente con los más necesitados, adoptando un enfoque caracterizado por el respeto y la humanidad. Subrayó que la verdadera difusión del Evangelio no consiste en imponer creencias, sino en compartir la alegría del encuentro con Cristo, siempre con un espíritu de respeto y afecto hacia cada individuo.
El Papa también hizo un llamado a la Iglesia Católica en Indonesia para que actúe con compasión en su compromiso social, que incluye la gestión de 131 hospitales, 140 ambulatorios, 128 orfanatos y 5,000 escuelas de distintos niveles educativos. Enfatizó que la compasión no debe ser vista como una simple caridad desde una posición de privilegio, sino como un esfuerzo por acercarse y solidarizarse con aquellos que necesitan apoyo.
En su discurso, Francisco resaltó la importancia del papel de los catequistas en la Iglesia, reconociendo que ellos son fundamentales en la labor de evangelización y formación dentro de la comunidad católica. Al concluir su visita, el Papa compartió una reflexión personal, advirtiendo que "el diablo entra por los bolsillos", y solicitó a los presentes que recen por él, pidiendo que esas oraciones sean en su favor y no en su contra.