La situación financiera de la Santa Sede ha llevado al Papa Francisco a solicitar a los cardenales, quienes perciben un salario mensual de 5.500 euros, la implementación de nuevos sacrificios. Los cardenales que residen en Roma gozan de apartamentos proporcionados gratuitamente por la Santa Sede. Esta medida implica un nuevo recorte del 10% en sus remuneraciones, que se suma a un ajuste anterior del 10% establecido en marzo de 2021.

Recientemente, los cardenales afectados han recibido una carta del Prefecto de Economía, Maximino Caballero Ledo, en la que se les comunica la suspensión de la “Gratificación por la Secretaría”, que asciende a 500 euros mensuales, así como la “Indemnización de Oficina”. La eliminación de estos beneficios supera el 10% de recorte en sus ingresos.

En una carta enviada hace aproximadamente un mes, el Papa Francisco enfatizó a los purpurados la necesidad de un “esfuerzo adicional por parte de todos para que el déficit cero no sea solo un objetivo teórico, sino una meta efectivamente alcanzada”. Esta decisión del pontífice argentino entrará en vigor a partir de noviembre, en el marco de los preparativos para el Jubileo del Año Santo 2025.

En el último informe financiero, se reveló que el déficit operativo de la Santa Sede alcanzó los 82 millones de euros, cifra que representa un incremento de cinco millones en comparación con el año anterior. Se anticipa que este déficit podría aumentar en los próximos años, dado que se ha observado una disminución en las donaciones de los fieles a mediano plazo.

Los ingresos de la Santa Sede provienen exclusivamente de las donaciones realizadas por los fieles, quienes envían aportes desde diversas regiones del mundo, destacando países como Estados Unidos, Italia, Alemania, España y Corea del Sur. Adicionalmente, los fieles contribuyen a través del Obolo de San Pedro, destinado a apoyar la labor del pontífice.

En el año 2023, los ingresos obtenidos a través del Obolo de San Pedro sumaron 48,4 millones de euros, lo que representa un aumento respecto a los 43,5 millones de euros registrados en el año anterior. Estos ingresos, junto a las reservas de 90 millones de euros, se han destinado a cubrir los gastos operativos de la Curia Romana, que se compone de diversos dicasterios que forman el gobierno central de la Iglesia.

Por otro lado, se ha informado que el supermercado ubicado dentro de los muros vaticanos, conocido como Anona, será transferido a una empresa italiana de renombre. Asimismo, los empleados del Vaticano han estado involucrados en negociaciones para mejorar su situación laboral; sin embargo, estas gestiones se complican debido a la falta de un sindicato formalmente reconocido por la Santa Sede.