La situación financiera de la Santa Sede ha llevado al Papa Francisco a solicitar a los cardenales, quienes perciben un salario mensual de 5.500 euros, la implementación de nuevos sacrificios. Los cardenales que residen en Roma gozan de apartamentos proporcionados gratuitamente por la Santa Sede. Esta medida implica un nuevo recorte del 10% en sus remuneraciones, que se suma a un ajuste anterior del 10% establecido en marzo de 2021.