El Papa Francisco resaltó la importancia del asombro ante las obras de Dios y la fidelidad en las cosas sencillas de María de Nazaret en su mensaje por el Día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conmemorado cada 8 de diciembre.

Tras su recuperación de una infección pulmonar, el Papa regresó a la Plaza de San Pedro para pronunciar la tradicional oración mariana en este día especial. Durante su discurso, el Sumo Pontífice destacó las actitudes de asombro y fidelidad de la Virgen María, resaltando su sencillez y pureza como parte fundamental de su concepción por gracia de Dios.