El socialismo catalán rechazó formar gobierno con los independentistas
Para el Partido Socialista de Cataluña, el gobernante Convergencia y Unión "es dederechas e independentista", mientras que los socialistas se autodefinieron como "de izquierdas y federalistas". El presidente catalán, Mas, sigue sin poder formar gobierno, tras su pírrica victoria electoral.
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) rechazó hoy rotundamente la posibilidad de entrar en el nuevo gobierno regional que surja de las elecciones adelantadas del pasado domingo, en las que el actual partido gobernante, Convergencia y Unión (CiU), impulsora de un plan soberanista, recibió un duro varapalo.
CiU “es de derechas e independentista” y los socialistas son “de izquierdas y federalistas”, subrayó hoy el líder del PSC, Pere Navarro, cuyo partido sufrió el peor resultado en la historia de la región autónoma del noreste de España, al perder ocho de los 28 escaños que tenía en el Parlamento en Barcelona.
“No se dan las condiciones para poder llegar a un acuerdo”, dijo Navarro en una entrevista concedida a la cadena de radio Ser. El líder socialista catalán adujo que CiU y el PSC acudieron en las elecciones adelantadas del domingo con “programas antagónicos”.
También la “número dos” del Partido Socialista de España (PSOE), Elena Valenciano, descartó un pacto con CIU, la coalición nacionalista que dirige el jefe del gobierno catalán, Artur Mas, aunque dejó la decisión en manos del PSC, la filial catalana del PSOE, que hoy cerró la puerta definitivamente a un acuerdo de gobierno con Mas.
Descartado también un pacto con el Partido Popular, que rechaza radicalmente la iniciativa de Mas de convocar un referéndum sobre la conversión de Cataluña en un Estado europeo independiente, solo le queda como alternativa a CiU buscar una alianza con el partido independentista de izquierda Esquerra Republicana (ERC).
El líder de ERC, Oriol Junqueras, aseguró hoy que su formación no está en contra de la continuación de Mas al frente al gobierno catalán, pero matizó que ello no significa necesariamente que ERC pacte una coalición de gobierno con CiU, como le había ofrecido el lunes el presidente del actual Ejecutivo catalán.
ERC comparte con CiU el objetivo de celebrar una consulta popular sobre la independencia de Cataluña. ERC siempre ha abanderado la causa independentista, a diferencia de CiU, que solo optó por este camino hace pocos meses, después de la histórica manifestación por la independencia celebrada en Barcelona el 11 de septiembre.
Junqueras exigió hoy a CiU, como condición para un pacto de gobierno, “una agenda nacional clara y concisa, que incluya la fecha y las condiciones de celebración del referéndum”.
Más allá de su común apuesta independentista, entre ambos partidos existen grandes diferencias políticas e ideológicas. Para entrar en un gobierno con CiU, Junqueras, el líder de ERC, reclama que no se apliquen más recortes sociales.
Los ajustes presupuestarios aplicados por Mas, que afectan sobre todo a la educación y la sanidad, además de implicar fuertes rebajas salariales para los funcionarios públicos, fueron los más duros emprendidos por una de las 17 regiones autónomas de España y le valieron enérgicas protestas en la sociedad catalana.
Sin embargo, el portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, adelantó hoy que los presupuestos catalanes para 2013 serán los más restrictivos en la historia de la región, con ajustes equivalentes a la suma de los aplicados en los dos últimos años.
Homs explicó en declaraciones a la emisora radiofónica catalana RAC1 que la dura austeridad presupuestaria en 2013 es consecuencia, principalmente, de una caída de los ingresos.
El anuncio del portavoz del gobierno catalán complicará aún más las difíciles negociaciones que entablará CiU con ERC para lograr un pacto de gobierno, porque este partido izquierdista había dejado claro hoy que no aceptará más ajustes sociales.
Cataluña es la región económicamente más rica de España, pero también la más endeudada: debe a los acreedores 43.000 millones de euros, que suponen el 22 por ciento de su producto interior bruto (PIB), y el próximo año afrontará vencimientos de 6.000 millones de euros.
El gobierno catalán ha solicitado al Estado español ayuda por más de 5.300 millones de euros, con diferencia la cantidad más elevada entre las nueve regiones autónomas que hasta ahora han decidido recurrir al fondo de rescate estatal.