En el marco de la candente campaña electoral en Francia, el presidente Emmanuel Macron ha propuesto una medida poco convencional: prohibir a los niños el uso de teléfonos celulares antes de los 11 años y restringirles el acceso a las redes sociales hasta los 15 años. Esta iniciativa surge como respuesta a un informe entregado por especialistas en el que se alerta sobre los riesgos que conlleva la exposición temprana de los niños a la tecnología.

Actualmente, en Francia, se prohíbe el uso de teléfonos móviles en las escuelas y universidades para los estudiantes, pero se espera que esta nueva medida se extienda a un nivel más amplio. El informe presentado al gobierno destaca los peligros de la "hiperconexión" que experimentan los niños, así como la exposición a contenidos inapropiados en las pantallas y redes sociales. 

Los expertos coinciden en los efectos negativos de la sobreexposición a las pantallas en la salud, el desarrollo y el bienestar psicológico de los jóvenes. Recomiendan limitar estrictamente el acceso a dispositivos electrónicos a edades tempranas y fomentar alternativas educativas y recreativas que no dependan de la tecnología. 

En este sentido, se propone establecer restricciones claras en cuanto al uso de dispositivos electrónicos, promoviendo un acceso responsable y ético a las redes sociales. Se sugiere implementar medidas de protección y control parental, así como fomentar la desconexión y la participación en actividades físicas y sociales fuera del ámbito digital.