En el marco de la candente campaña electoral en Francia, el presidente Emmanuel Macron ha propuesto una medida poco convencional: prohibir a los niños el uso de teléfonos celulares antes de los 11 años y restringirles el acceso a las redes sociales hasta los 15 años. Esta iniciativa surge como respuesta a un informe entregado por especialistas en el que se alerta sobre los riesgos que conlleva la exposición temprana de los niños a la tecnología.