Los diputados del nuevo parlamento iraquí tenían previsto elegir mañana el presidente de la Cámara, pero la disputa entre los diferentes bloques sobre quiénes serán el primer ministro y Presidente de la Nación, y quién el Presidente del Parlamento, forzaron la postergación.


La nueva fecha la indicó el parlamentario de mayor edad, Mahdi al Hafez, que preside las sesiones hasta la elección de un nuevo jefe de la Cámara.

De este modo se profundiza la parálisis de un Parlamento que ya el 1° de julio, durante la primera sesión, ni siquiera logró reunir el quórum necesario.

Ante la posibilidad de un nuevo fracaso, señaló en rueda de prensa Mohamed al Jaleri, la coalición sunnita Unidos (que integra) todaví­a no decidió quién será su candidato para presidir el Parlamento.

Al Jaleri expresó la posibilidad de que la sesión del Congreso  termine atrasándose hasta después del actual mes sagrado de ramadán y la posterior festividad musulmana del Eid al Fitr, debido a la falta de consenso polí­tico para designar al Presidente y los vicepresidentes de la Cámara, informó la agencia de noticias EFE.

Esa elección es el primer paso de un proceso iniciado tras las elecciones legislativas del pasado abril y que contempla el nombramiento del presidente de la República, en sustitución de Yalal Talabani, y de un nuevo gobierno.

La fuerza más votada en las legislativas fue la coalición Estado de Derecho, del primer ministro, el chiita­ Nuri al Maliki, pero no tiene la mayorí­a necesaria para gobernar por sí misma.

Al Maliki, pese a las presiones de numerosas fuerzas que exigen un gobierno de unidad nacional en medio de la ofensiva militar contra el avance de los insurgentes suní­es, entre los que está el grupo radical Estado Islámico (EI, antes Estado Islámico de Irak y Levante, EIIL), pretende mantenerse en el cargo.

La crisis se desató el 10 de junio, cuando el entonces grupo yijadista EIIL se apoderó de la ciudad de Mosul e inició un avance por el norte y centro del país que no se detuvo aún. Poco después, los kurdos iniciaban un movimiento de creciente independencia en Kirkuk.

Mientras el gobierno iraquí dirigido por el líder chiíta Nuri al Maliki intentaba dificultosamente contener el avance del EI, e incluso pedía ayuda a los Estados Unidos, el grupo fundamentalista musulmán de raíz yijadista proclamaba el 29 un califato en toda la zona que controla en Siria e Irak.

Al frente del califato, el EI proclamó a su líder Ibrahim ibn Awad, más conocido como Abu Bakr al Bagdadi, como "imán y califa para los musulmanes de todo el mundo"

El caos imperante se expresó hoy también en una serie de actos de violencia, muchos con resultados fatales.

Al menos cuatro personas murieron y otras diez resultaron heridas en el ataque cometido por un supuesto suicida en un barrio chiita­ de Bagdad, que estrelló un coche bomba contra un puesto de control ubicado en el acceso oeste del área de Al Kazemiya.

También hoy, en una ofensiva contra otras religiones que ya hizo escapar de los yijadistas sunnitas a miles de cristianos del norte y oeste de Irak, integrantes del EI asaltaron una iglesia ortodoxa siria en la segunda ciudad del país, y secuestraron dos sacerdotes y una monja. Se desconoce su paradero, informó la agencia DPA.

En otros enfrentamientos -entre militantes del EI y la aviación, o entre ellos y los peshmerga kurdos- murieron también al menos 15 personas en las proximidades de Mosul y en Bakuba, a 60 kilómetros al norte de Bagdad.

El EI, además, intentó asaltar una base aérea al norte de la ciudad de Tikrit, en el Kurdistán iraquí, y fue repelido con importantes bajas, pero los enfrentamientos no terminaron, informó el portal iraquí "Al Sumeria News" citando a la policía local.

Finalmente, en un gesto que subraya la debilidad actual del gobierno central, la región autónoma del Kurdistán iraquí reclamó explicaciones a Bagdad por un bombardeo contra la localidad de Tuz Jurmatu, bajo el control de las tropas kurdas o "peshmergas", en el que murió una niña de 12 años y hubo ocho heridos civiles.

El presidente del Kurdistán, Masud Barzani, insiste en efectuar un referendo separatista en las zonas que controla desde el inicio de la ofensiva del EI, a lo que Al Maliki se opone terminantemente.

En un comunicado, el portavoz militar kurdo, Yabar Yawar, reclamó la apertura "inmediata" de una investigación sobre el ataque y reservó para sus fuerzas el derecho a autodefensa en caso de que se reitere.