El gobierno del estado de Río de Janeiro llevó a cabo una extensa operación policial en diez favelas de la zona oeste de la ciudad con el objetivo de contener la violencia generada por enfrentamientos entre traficantes y milicias parapoliciales en la región. Unos 2.000 agentes de la Policía Militar, Policía Civil y otras fuerzas de seguridad participaron en esta incursión en favelas como Ciudad de Dios, Gardenia Azul y Río das Pedras, cercanas al exclusivo barrio de Barra da Tijuca.