La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, exigió “explicaciones” a los Estados Unidos tras las revelaciones del topo de la CIA que incluyó al gigante sudamericano como uno de los principales blancos del espionaje.

Edward Snowden, “en tránsito” en Rusia a la espera de que algún país le dé asilo político, aseguró que el vecino país es una de las prioridades de la administración estadounidense, junto con China, Rusia, Irán y Paquistán. Según la prensa brasileña, Washington monitoreó millones de comunicaciones telefónicas y por internet de empresas y particulares.

El gobierno de Brasil “recibió con grave preocupación” la noticia de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) de EEUU espió a empresas y ciudadanos brasileños, divulgada por la prensa local, y “solicitó explicaciones” a través del canciller Antonio Patriota. “El gobierno brasileño solicitó explicaciones al gobierno estadounidense tanto por intermedio de la embajada de Brasil en Washington como del embajador estadounidense en Brasil”, dijo Patriota.

El canciller subrayó que el gobierno “recibió con grave preocupación la noticia de que las comunicaciones electrónicas y telefónicas de ciudadanos brasileños estarían siendo objeto de espionaje por órganos de inteligencia estadounidenses.

Brasil es, por mucho, el país más vigilado de América latina; el volumen de informaciones es gigantesco, sólo en enero la NSA rastreó 2.300 millones de datos en Estados Unidos y Brasil quedó apenas abajo” de esa cifra, afirma la nota elaborada conjuntamente por O Globo y The Guardian y firmada por periodistas de ambos medios.