Un grupo de investigadores británicos confirmó hoy que un esqueleto encontrado el año pasado bajo un estacionamiento pertenece al rey Ricardo III. Se trata de uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes en la historia del país, que logra, además, poner fin a un misterio de 500 años sobre el lugar en el que descansaban los restos del último rey inglés fallecido en batalla.

Ricardo III, retratado por William Shakespeare como un tirano monstruoso que asesinó a dos príncipes en la Torre de Londres, murió luchando contra el que luego fue su sucesor, Enrique Tudor, en la batalla de Bosworth Field, en el centro de Inglaterra, en 1485.

La investigación fue liderada por un equipo de la Universidad de Leicester, quien confirmó la identidad de los restos encontrados durante excavaciones en lo que habría sido un monasterio medieval.

Según describieron los académicos, el esqueleto presenta signos de lesiones coherentes con heridas recibidas en batalla; un utensilio con filo parecía haber partido parte de la zona posterior del cráneo mientras que se encontró una flecha de metal entre las vértebras de la parte superior de la columna, según consignó la agencia Reuters