Este martes, las autoridades de Defensa Civil de la República Dominicana informaron sobre el descubrimiento de al menos 20 esqueletos a bordo de una embarcación en las cercanías de la Playa Adames, en la costa del Río San Juan, al norte del país. 

Además de los restos humanos, durante el operativo de recuperación se localizaron 12 paquetes que se sospecha contienen sustancias ilícitas, presumiblemente cocaína o heroína. La droga fue incautada y puesta a disposición de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) para llevar a cabo los procedimientos pertinentes, afirmó la Armada dominicana.

La documentación encontrada junto a los cuerpos sugiere que las víctimas eran originarias de Senegal y Mauritania, países del continente africano. Las imágenes difundidas por los medios locales y en redes sociales muestran que los cadáveres estaban en bolsas, esperando ser desinfectados para prevenir riesgos a la salud pública. Posteriormente, los cuerpos serán trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para su identificación y análisis.

El descubrimiento de la embarcación se produjo gracias a la alerta de un pescador local que notificó a las autoridades sobre la situación. Aunque la investigación sobre las circunstancias exactas que llevaron a este trágico hallazgo ha comenzado recientemente, las autoridades no descartan la posibilidad de que la embarcación haya llegado a esa ubicación debido a un desvío en la corriente del agua.

Este incidente se suma a otro trágico acontecimiento ocurrido a finales de julio en el municipio de Guacayanes, donde cuatro personas perdieron la vida mientras intentaban llegar clandestinamente a Puerto Rico. Entre los fallecidos se encontraba una menor de 14 años, según informes del Centro de Operaciones de Emergencias (COE). En ese mismo evento, la Armada Dominicana también reportó el rescate de 43 personas con vida tras un naufragio que se produjo a unas 7 millas náuticas de Guayacanes, en la provincia de San Pedro de Macorís.

Estos eventos resaltan las peligrosas condiciones que enfrentan muchas personas que buscan emigrar de manera irregular, así como la necesidad de abordar los problemas relacionados con el tráfico de personas y drogas en la región del Caribe.