Incendios en Los Ángeles: suben a diez los muertos y surgió un nuevo foco ígneo
Detuvieron a una persona por iniciar el último incendio. Hay 20 detenidos por intentos de saqueo y se instauró el toque de queda. Por otra parte, se le pide a la población que permanezca dentro de sus casas, debido a la pésima calidad del aire.
Cinco nuevas muertes fueron reportadas este jueves debido a los incendios activos en el condado de Los Ángeles, con lo que ya suman diez. Los últimos decesos ocurrieron en Palisades y Eaton, Altadena, áreas afectadas gravemente por las llamas.
"El departamento de médicos forenses ha recibido la notificación de diez muertes relacionadas con los incendios a las 21H00 del 9 de enero", se indicó en un comunicado. Se han quemado 11.000 hectáreas, afectando más de 10.000 estructuras, con apenas un 6% de contención.
"Nuestros bomberos se esfuerzan al máximo. Nunca he visto algo así en mis 25 años de carrera. Están absolutamente cansados, pero les digo, nunca, nunca se rendirán", afirmó Kristin Krowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles. Las autoridades temen un aumento en el número de decesos.
El incendio Sunset, iniciado el miércoles, ha sido contenido, pero un nuevo incendio, llamado Kenneth, se propagó rápidamente, generando órdenes de evacuación. Se investiga este último como incendio provocado, y ya hay un detenido. Además, se reportaron saqueos en las zonas evacuadas, lo que ha llevado a la instauración de un toque de queda. Al menos 20 personas fueron arrestadas por robo.
Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, advirtió de una "tolerancia cero" hacia los saqueadores. Se desplegarán 400 miembros de la Guardia Nacional para proteger las infraestructuras. El gobierno de Biden se comprometió a financiar las acciones de California para combatir los incendios.
La calidad del aire sigue siendo muy mala, con un índice AQI superior a 160, considerado "insalubre", por lo que se le pide a la población que permanezca en sus casas. Las autoridades esperan que disminuyan los vientos de Santa Ana, que ayer tuvieron ráfagas de hasta ciento sesenta kilómetros por hora, para controlar los incendios.