Israel y Egipto anunciaron que iniciarán la construcción de una barrera electrónica para impedir el ingreso en el desierto del Neguev de refugiados y de emigrantes africanos provenientes del Sinaí.

Así lo informó el ministro de Seguridad Interna israelí, Yitzhak Aharonivic, quien justificó la iniciativa del muro asegurando que en este momento atravesar la frontera israelí-egipcia "no representa ninguna dificultad".

Aharonivic dijo que cada mes ingresan ilegalmente a Israel "1.200 africanos que están creando problemas sociales en algunas ciudades del sur de Israel, además de traficantes de drogas y contrabandistas de armas".

Según el funcionario, el nuevo muro será construido sólo a lo largo de 110 de los 240 kilómetros de frontera, y está previsto que esté concluido para el 2013.