Juzgan al ex preidente Mursi por la fuga y asalto a una cárcel
Junto a otros 129 dirigentes y miembros de grupos islamistas serán procesados por fugarse, asaltar presidios e instituciones gubernamentales y asesinar policías en 2011.
La Fiscalía General ordenó este sábado remitir el caso al Tribunal Penal de El Cairo, que deberá fijar una fecha para el inicio del juicio, informaron fuentes judiciales.
Esta es la tercera causa contra Mursi, destituido en un golpe de Estado cívico militar el pasado 3 de julio, que ya está siendo juzgado por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes frente al palacio presidencial de El Cairo en diciembre de 2012.
Entre los otros inculpados figuran el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badia, y otros dirigentes de la agrupación, así como miembros del movimiento palestino Hamas y del libanés chiita Hezbollah de quienes no trascendieron nombres.
Mursi estuvo recluido en la cárcel Wadi Natrun durante la revolución que derrocó a Hosni Mubarak entre enero y febrero de 2011, pero logró escapar a los dos días de su detención gracias al caos que reinaba en los presidios.
Otros cargos que se imputan a Mursi son facilitar la huida de presos, agredir a funcionarios del presidio y perpetrar "acciones enemigas que afectan a la seguridad de Egipto".
Según las investigaciones del juez Hasan Samir, Mursi y otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes contactaron con miembros de Hamas y Hezbollah para cumplir "un plan terrorista que alcanzó su cúspide durante la revolución de 2011", informó la agencia de noticias Efe.
En el marco de ese plan, entraron en Egipto más de 800 "elementos extranjeros" desde la franja palestina de Gaza, que atacaron a las fuerzas de seguridad en la península del Sinaí y luego se dirigieron a las cárceles de Wadi Natrun, Abu Zabal y Al Marg.
Estos grupos irrumpieron en los presidios y mataron a más de 50 policías y presos, según los detalles de la investigación difundidos por la agencia oficial Mena.
Liberaron, asimismo, a presos de los Hermanos Musulmanes, de Hamas y de Hezbollah, y a más de 20.000 reclusos comunes, secuestraron a tres oficiales de policía y a un suboficial, y saquearon las cárceles.
El juez Samir ordenó que continúen en prisión preventiva veinte de los acusados y dictó mandatos de arresto contra el resto, que se encuentran fugados.
El pasado 26 de julio, la justicia egipcia ordenó la prisión preventiva para Mursi por estas acusaciones y por supuestamente contactar con Hamas para perpetrar "acciones enemigas contra el país".
Respecto a la causa relacionada con Hamas, el Ministerio Público ordenó hace tres días que el ex presidente sea presentado ante los tribunales por colaborar con organizaciones extranjeras como el movimiento palestino y Hezbollah para perpetrar "acciones terroristas" y divulgar secretos de Estado.
En esta causa están implicados otros 35 dirigentes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos Badia, y el presidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la hermandad, Saad Katatni.
Mursi, que después de ser derrocado estuvo detenido en un lugar desconocido, se encuentra preso en la cárcel Burg al Arab, cerca de Alejandría, desde el inicio de su juicio el pasado 4 de noviembre por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes.
Los Hermanos Musulmanes denuncian que las acusaciones contra sus dirigentes están politizadas y son un intento del Ejército y las actuales autoridades egipcias de legitimar el golpe de Estado del 3 de julio.