Ban Ki-moon aseguró que había hablado recientemente sobre la crisis siria con el presidente de los EEUU, Barack Obama, y volvió a hacer un llamamiento a que se dé tiempo a la diplomacia para solucionar el conflicto y a los inspectores para que terminen su trabajo.

"Continuarán con su investigación hasta mañana viernes, se irán de Siria el sábado por la mañana y me harán su informe en cuanto se hayan ido", dijo Ban a los periodistas.

Por su parte, los inspectores de la ONU, que investigan la utilización de armas químicas en Siria, comenzaron el jueves su tercera jornada de trabajo al dirigirse a uno de los sitios afectados.

Los expertos abandonaron su lugar de alojamiento en un convoy de seis automóviles de la ONU rumbo a las afueras de Damasco.
El lunes habían comenzado su misión en Muadamiyat al Cham, una de las principales ciudades de la zona, a pesar de haber sido blanco de disparos de origen desconocido.

El martes, los expertos habían optado por no desplazarse debido a problemas de seguridad.

El miércoles, los expertos sacaron muestras de sangre, orina y cabellos en las víctimas de Ghuta oriental, en el este de Damasco, según videos difundidos por fuentes opositoras.

El presidente Obama concluyó que el régimen sirio estuvo detrás del ataque, pero también que no había "tomado una decisión sobre Siria". No está claro si las potencias occidentales esperarán las conclusiones de los expertos de la ONU antes de lanzar un posible asalto armado punitivo.

Los Estados Unidos han manifestado que podría actuar incluso sin el respaldo de sus aliados o la ONU, mientras que funcionarios de este organismo advirtieron que toda ofensiva debe contar con el aval del Consejo de Seguridad.

Éste se ha reunido el miércoles, pero su reunión no arrojó resultados claros. En todo caso, cualquier resolución para avalar el ataque ha sido bloqueada por Rusia y China.