Con Londres en estado de máxima alerta, con la policía aconsejando a los dueños de restaurantes que cierren sus puertas, con un despliegue policial masivo para lo que se acostumbra en la capital británica, que pasó una noche en relativa calma tras tres días de disturbios, la violencia se extendió ayer a varias ciudades de Inglaterra. Los encapuchados no aguardan a la noche para atacar. En Manchester, Birmingham, Wolverhampton, Salford y West Bromwich los disturbios se prodigaron a plena luz del día. Ante esta situación, el primer ministro británico, David Cameron, y la Policía Metropolitana han autorizado el uso de pelotas de goma para repeler a los saqueadores y alborotadores en Londres y el resto de ciudades británicas sacudidas por la oleada de violencia.


Los disturbios parecen seguir estando descontroladas por el resto del país.

Si Londres tuvo una noche en calma, los problemas siguieron en ciudades como Birmingham, Manchester, Liverpool, Bristol, Leeds o Nottingham. Y aparecieron por primera vez en West Bromwich, Gloucester o Leicester, con la virulencia que la caracterizó los primeros días en la capital británica.

"Nunca había visto en toda mi carrera una violencia tan sin sentido como esta", explicaba un experimentado agente de Manchester, una de las ciudades que ha tomado el relevo de Londres con mayor intensidad.

En Birmingham, la policía investiga la muerte de tres personas cuando parece que fueron arrollados por un coche durante las revueltas.

Todavía no se han aclarado las circunstancias del accidente, tan sólo que dos hombre murieron en el acto y un tercero lo hizo ya en el hospital, donde fue trasladado por los servicios de emergencia de la ciudad.

Esta noche ha habido 464 detenidos por las protestas que se han extendido a varias ciudades del Reino Unido: 81 en Londres, 108 en el área metropolitana de Manchester, 109 en west Midlands, 90 en Nottingham, 13 en Leicester, 19 en Bristol, 9 en Gloucester y 35 en Merseyside.